El 40 por ciento de los gallegos admite tener un nivel deficiente de inglés, bajo o muy bajo, lo que convierte a Galicia en la tercera autonomía donde un menor porcentaje de ciudadanos reconoce grandes dificultades con la lengua de Shakespeare. Solo se consideran torpes con ese idioma en un menor porcentaje los asturianos (34%), empatados con los madrileños. En España, ese porcentaje estaría cuatro puntos por encima, según revela el IV Informe Monitor de Cambridge University Press, publicado hoy.

En el extremo opuesto una cuarta parte de los gallegos (el 24%) presume de que su dominio del idioma anglosajón es alto o muy alto. El informe de Education First difundido recientemente por este diario, revelaba ya que Galicia cuenta con mayores destrezas que la media española y europea en inglés y ubicaba la comunidad entre las que sacaban una nota "alta".

Los datos del informe de Cambridge, recogidos por Europa Press, muestran que entre los castellano leoneses el porcentaje de los que considera que tiene un nivel muy bajo de inglés alcanza el 62 por ciento, el récord.

A la hora de calificar los conocimientos de este idioma, los españoles se dan a sí mismos poco más de un aprobado: 2,67 puntos de media sobre 5, apenas por debajo de los italianos y los franceses (2,68) y a distancia de los daneses (3,58). Únicamente el 11 % de estos últimos reconocen un nivel de inglés bajo o muy bajo, así como el 30 % de los alemanes, el 39 % de los franceses y el 41 % de los italianos.

Sin embargo, los españoles serían los más conscientes de la necesidad de aprender el idioma de países como Estados Unidos o Gran Bretaña, ya que ocho de cada diez destaca su importancia para encontrar empleo y en la propia competitividad del país, frente a una media europea del 67 %.

Los resultados derivan de 2.670 de entrevistas realizadas en internet por la compañía de estudios de mercado Ipsos a ciudadanos de cinco países europeos de entre 18 y 65 años (1.051 en España) para la editorial Cambridge University Press, perteneciente a la universidad británica de igual nombre.

Lo que más cuesta del inglés a los españoles es expresarse correctamente, según confiesa el 30 %, la pronunciación y la comprensión oral (28 %). Y lo que menos, la gramática (15 %).