El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) sale al paso del crítico informe del Tribunal de Cuentas sobre el coste del rescate financiero conocido ayer y que cifra los respaldos al sector en más de 122.000 millones de euros, de los que 60.718 millones están ya perdidos. El organismo recuerda que en ningún momento el análisis fiscalizador pone en duda que su actuación se haya salido de la normativa que debía aplicarse y achaca las deficiencias detectadas a "diferencias de criterio".

El FROB subraya que en todos los procesos de venta de entidades nacionalizadas "se ha contado con expertos independientes" para "asegurar una total objetividad en la actuación" y "reunir toda la información necesaria, de la máxima calidad y profundidad, para adoptar las decisiones más eficientes". "La labor de estos asesores ha consistido precisamente en la valoración y cuantificación de las distintas alternativas. Se han identificado de esta manera aquellas que resultaban más beneficiosas para los intereses del FROB y por tanto del contribuyente", señala en un comunicado tras los reproches de Cuentas porque el fondo que se encargó de la reforma bancaria "no determinó los criterios financieros, fiscales y de oportunidad que debían aplicarse para valorar, ordenar y seleccionar cada uno de los instrumentos de apoyo financiero que cabría adoptar en cada proceso, especialmente en los de resolución y venta de entidades".

El fondo sostiene que sobre esa supuesta ausencia de criterios "el informe no concluye que el FROB no haya realizado tales análisis con la finalidad de minimizar los recursos públicos, sino que pone de manifiesto la ausencia documental de criterios de evaluación y generales". "El FROB sí ha acometido estos análisis del coste de las medidas de resolución y de las alternativas posibles a la venta", insiste.

Las cifras, según el organismo, "están en línea con las ya calculadas" por el Banco de España "sobre las que se ha facilitado información pública con total transparencia y periodicidad". A lo que añade que "cualquier estimación" en la actualidad no puede considerarse definitiva "hasta la ejecución final de algunas operaciones", en referencia tanto a las futuras desinversiones en Bankia y BMN, como en las garantías aprobadas en las ventas de otras entidades, como la antigua NCG.