Luís Villares, portavoz parlamentario de En Marea, avanza hacia la consolidación de su posición como principal referente del partido. Su deseo de encabezar una lista de consenso a la dirección de la formación logró ayer un espaldarazo definitivo tras una reunión de la coordinadora provisional, que decidió “impulsar una candidatura única” en las primarias previstas para los días 21, 22 y 23, tal como deseaba el juez del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en excedencia.

El objetivo de esta iniciativa pasa por integrar “a todo el espacio de la confluencia”, cauterizando el riesgo de fractura tras la discusión del pasado plenario en que una parte significativa de este espectro político, con Marea Atlántica a la cabeza, apostó por un modelo de primarias que excluía a Villares y lo situaba en la dirección tan solo en su condición de portavoz en el Parlamento, dificultando que alcanzase su condición de máximo referente. Esa tesis fue derrotada.

La coordinadora provisional de En Marea envió una carta a sus inscritos, según informó ayer a última hora, recordando que el martes próximo se abre el plazo de presentación de candidaturas, que se prolongará durante tres días. Las bases deberán elegir los 35 miembros del Consello das Mareas, el órgano de dirección de la formación, que delegará el día a día en una coordinadora de 11.

Villares todavía no ha desvelado si optará a ser portavoz nacional, pues la elección de ese puesto no está sobre la mesa. El organigrama de la dirección -si cuenta con un solo portavoz o varios- se decidirá tras las primarias.

El juez en excedencia ya cuenta con el apoyo expreso del líder de Anova, Xosé Manuel Beiras, para ser la punta de lanza del proyecto rupturista y ahora cierra filas con Marea Atlántica y Esquerda Unida, principales motores del proceso.

Podemos

Queda por ver a quién atrae del espacio de Podemos, teniendo en cuenta que la dirección de Carmen Santos ha decidido no participar en el proceso interno de En Marea para no profundizar en lo que entienden una mayor disolución de las siglas moradas