A la espera de la reunión que tendrá en enero con el ministro de Fomento, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, rechaza exigir una fecha límite para la entrada del servicio del AVE gallego una vez que el plazo de 2018 ha quedado descartado, pero sí acudirá con una propuesta alternativa que contrastará, llegado el momento, con la que ponga encima de la mesa el ministro, Íñigo de la Serna, para intentar acelerar las obras lo máximo posible.

En una entrevista concedida a Europa Press, Feijóo aclaró que la Xunta está analizando la documentación facilitada por el Gobierno sobre las obras del AVE y que conoce los cinco tramos con dificultades que, al margen del acceso a Ourense, hacen difícil que se cumpla el plazo de 2018. Añadió, acto seguido, que la Consellería de Infraestruturas está también está analizando "las posibles soluciones para ganar tiempo perdido". "Y vamos a contrastar nuestra propuesta con la de Fomento. Eso va a formar parte de la reunión", indicó el presidente de la Xunta con la vista puesta en el mes de enero, cuando De la Serna le comunique la nueva planificación del AVE.

Feijóo apuesta por la prudencia antes de exigir un nuevo plazo concreto, aunque intentará recuperar parcialmente parte del tiempo perdido en el último año, y si bien considera que la obra es irreversible, su preocupación es la "incógnita" que depararán los presupuestos generales del Estado en cuanto a las partidas que se destinen al AVE.

Sobre la AP-9, insiste en reclamar el traspaso de la titularidad a Galicia -algo a lo que se niega Fomento-, pero considera un "gran avance" que se haya acordado la gestión compartida de la autopista. En ese foro, Feijóo planteará una política de peajes más flexible en función de franjas horarias y ocupación de la vía, pero sin concretar si la rebaja de tarifas afectaría a todos los automovilistas o al sector profesional del transporte.

En clave de política interna, Feijóo se descarta como posible número dos Mariano Rajoy al frente de la secretaría general del PP tras el congreso nacional que se celebrará en Madrid en febrero. "Soy el presidente del partido en Galicia y de la Xunta, y creo que esas dos tareas no son compatibles con un trabajo tan intenso como es ser secretario general de mi partido", aseguró en la misma entrevista.

Sobre la continuidad de María Dolores de Cospedal en el cargo, dado que también es ministra de Defensa, Feijóo contestó que el tuvo un secretario xeral que era conselleiro pero que ahora hay otro dirigente que no es miembro del Gobierno, por lo que ve ambos modelos "perfectamente válidos". Sin embargo, en noviembre, sobre el mismo tema, defendió que él había apostado "para recuperar votos" por un secretario xeral con dedicación exclusiva.