A la vista de lo que reflejan los últimos indicadores de actividad -la producción industrial acumula hasta octubre un incremento del 4,5%, un 7,3% el sector servicios y las exportaciones suben un 4,3%-, la economía gallega acabará el año con un avance que se parecerá mucho o incluso superará el 3,1% previsto por la Xunta. De hecho, el alza en el tercer trimestre fue del 3,3%. Algo que no sucedía desde 2007 y que además rompe con la tendencia que mostró tras la doble recesión de quedarse muy por detrás del resto del país. Eso, que hasta ahora el crecimiento fue mucho más bajo, explica en parte la metamorfosis del Producto Interior Bruto (PIB) regional en el actual 2016. Porque a Galicia le siguen faltando resortes propios para dar el estirón y de ahí que los pronósticos para el próximo ejercicio rebajen la euforia. Los expertos coinciden en la urgencia para la economía gallega de elevar productividad y ganar tamaño en las empresas ante el despertar del viejo fantasma de la deslocalización.
Para 2017, el gabinete de estudios de BBVA apunta a un ascenso del PIB de Galicia del 2,1%. La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) estima que el crecimiento de la autonomía rondará el 2,5%. Una evidente desaceleración que también admite la Consellería de Facenda. Los presupuestos de 2017 contemplan un incremento del 2,4% por "la pérdida de fuerza" de algunos de los actuales impulsos -la mayor renta disponible por la reforma fiscal, entre ellos-, el freno en general de todo el Estado y la incertidumbre en buena parte de los países europeos. "Las previsiones autonómicas van siempre acordes con las de la economía española y por eso se enmarcan en ese entorno", explica Patricio Sánchez. El profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Vigo asegura que no es "tan pesimista" como las previsiones. "Todo de penderá de los denominados "vientos de cola" . Petróleo, tipos de interés del Banco Central Europeo... -señala el miembro de Foro Económico de Galicia-. Si siguen soplando a favor no tiene por qué descender tanto; si se ponen de frente sin duda supondrán un atranco".
Pese a los avances de los últimos años, la productividad en Galicia "sale muy mal parada", según Sánchez, en comparación con la media española. A diez puntos de distancia. Más trabajo con menor valor añadido. Una economía, en definitiva, menos eficiente, que afecta sobre todo a la industria manufacturera, donde la productividad en un 26% más baja que la del Estado. "Es un elemento que, sin duda, hay que tener muy cuenta si la Xunta quiere cumplir con su plan para que en 2020 el sector alcance el 20% del PIB y crear los 50.000 puestos de trabajo que anunció", advierte el economista José Francisco Armesto, integrante también de Foro de Galicia y uno de los encargados de sus informes de coyuntura.
El riesgo de otra oleada de deslocalizaciones es rotundo. "Cada vez más presente y ya realidad en muchos sectores", insiste Sánchez. El éxodo al norte de Portugal es "paradigmático", coincide también Armesto. "Galicia no puede competir en precio -continúa-. Como país debe aspirar por la vía de la calidad y, que debería ser otro objetivo de 2017, lanzar una estrategia de marca país". Y ahí entra en juego el reto de engordar el tamaño de las empresas. Casi el 70%, como recogen los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), son compañías sin empleados. "El minifundismo tan presente en Galicia también se da en las empresas", recuerda Patricio Sánchez. El tamaño abre las puertas a mejor financiación, más rentabilidad y más músculo para innovar y, por tanto, ser más competitivos.
"Eso obliga a repensar la intervención pública en Galicia", subraya José Francisco Armesto. El Igape es un elemento "potente", igual que la Axencia Galega de Innovación (Gain), para "incentivar la cooperación entre empresas". "Que ellas vean por sí mismas las sinergias", afirma. Con un aviso respecto al papel que deben desempeñar ambos organismos públicos. "No vale -dice Armesto- el café para todos". El economista incide en que la implantación de la Industria 4.0 es fundamental, pero "no válida para cualquier sector". Automoción, vino, conserveras... "Lo han hecho bien, pero no tiene sentido en cualquier tipo de empresa", sostiene.
Los propios empresarios asumen que ese es uno de los retos para "vender en un mundo global", con la I+D como una inversión irrenunciable. "Ante el aumento del tamaño, que es clave, nos encontramos con una legislación que va en contra", lamenta Juan Güell, presidente del Círculo de Empresarios de Galicia, que pone como ejemplo la reforma del Impuesto de Sociedades, "una clara penalización". "Casi mejor que incentivos para crecer, lo que necesitamos es que no existan incentivos que vayan en la dirección contraria", reivindica. En el tributo está igualmente la muestra de su otra demanda: acabar con "la excesiva burocratización". "El manual de Sociedades son 600 páginas. 70 para el pago. En otros países son 12", ilustra.
"La Xunta debe cambiar sus políticas económicas", opina Maica Bouza, secretaria de Empleo de CCOO en Galicia, que rechaza que los presupuestos de 2017 tenga ese perfil "expansivísimo" del que hablan en San Caetano. "Ni hay políticas de empleo activas ni apoyo a los sectores productivos que crean trabajo", critica. Precisamente en 2017 se abrirá la ronda de contactos del Gobierno gallego con los agentes sociales para la creación de la primera ley de empleo de Galicia. Bouza esgrime la oportunidad "si podemos aportar medidas y, sobre todo, se ponen recursos". "No se puede fiar todo al turismo y la hostelería, que son actividades con empleo precario. Claro que hay que apostar por el sector servicios, pero con servicios de calidad para tener un escudo cuando las cosas vienen mal dadas", apela, bajo la premisa de que la norma "no puede ser una recopilación de leyes en la materia". "La Xunta debe hacer un esfuerzo adicional en los fondos para políticas activas", pide.
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"Si la comunidad no es atractiva, no se solucionará el problema demográfico"
- Como casi todo en economía, los retos pendientes para Galicia en 2017 están estrechamente unidos entre sí y con las metas sociales a conseguir. Sin el giro en la productividad, la mejora de la competividad de las empresas y un empleo de calidad "la comunidad no será atractiva y no se solucionará el problema demográfico", alerta José Francisco Armesto. "Llevamos hablando toda la vida de él y no hemos aplicado medidas que ayuden", incide. Maica Bouza coincide en el concepto "atractivo". "Si no lo somos, no lo será tampoco para los inmigrantes ni para dar un proyecto de vida a los jóvenes", apunta. "No me cansaré de repetir que el principal problema de la economía es, justamente, un aspecto no económico como es la evolución de la población", se suma Patricio Sánchez. "Tres de cada cuatro hogares está formado por personas mayores de 16 años. Esto es, en el 75% de los hogares no hay recambio generacional. ¡A ver qué economía sostiene esto! Quizá cuando la pirámide poblacional se nos caiga literalmente encima nos demos cuenta para actuar", añade.El envejecimiento será crucial en 2017 como criterio en la reforma del sistema de financiación autonómica. Galicia se juega mucho con esto. Su gasolina. "Es el momento de comprobar si el esfuerzo en materia económica en Galicia ha merecido la pena o no", dice Sánchez.
José Francisco Armesto - Economista
"No puede haber café para todos en la ayudas"
Patricio Sánchez - Prof. de Economía
"Cada vez está más presente el riesgo de deslocalización"
Juan Güell - Pte. Círculo de Empresarios
"La excesiva burocratización va en nuestra contra"
Maica Bouza - Secretaria de Empleo CCOO
"La ley de empleo tiene que poner recursos"
