El Gobierno local del BNG en Pontevedra, donde rige en minoría, consiguió ayer sacar adelante los presupuestos municipales para 2017 después de que los dos ediles de Marea optasen, finalmente, por abstenerse. El resultado final fue de doce apoyos -todos del BNG-, frente a los once en contra de PP, PSOE y Ciudadanos y las dos abstenciones. De esta forma, con un pacto logrado en el último minuto al aceptar el BNG seis enmiendas de Marea Pontevedra, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, eludió la moción de confianza que había vinculado al trámite de las cuentas.

La aprobación de los presupuestos transciende, en todo caso, al ámbito municipal de la ciudad del Lérez, pues el entendimiento entre el BNG y Marea permite que el regidor de Santiago, también en minoría, tenga más posibilidades de sacar adelante sus cuentas para 2017, si bien el eventual respaldo del Bloque aún resulta insuficiente.

En comisión, toda la oposición del Concello de Pontevedra se había unido para enmendar el proyecto del Gobierno local y cambiarlo de tal manera que Lores se negó a aceptarlo. Por eso, en los últimos días se produjeron llamamientos al entendimiento por parte de En Marea, pensando en exportar la fórmula a las demás ciudades donde la izquierda rupturista gobierna en minoría (Santiago, A Coruña y Ferrol), aunque con perspectivas muy diferentes.

Así lo entendió el portavoz del PP en Pontevedra, Jacobo Moreira, que acusó a Marea de "estar cocinando" el pacto con el BNG y de actuar bajo la "decisión" del regidor de Santiago, Martiño Noriega. El alcalde compostelano no solo había demandado un acuerdo en Pontevedra, sino que ayer admitió que confía en que la aprobación de los presupuestos de Pontevedra le permita agilizar la negociación de los suyos en Santiago, que se presentarán la próxima semana, y ante lo que se mostró "optimista".

Y el portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, valoró que el presupuesto de Pontevedra incluyan las seis enmiendas que "colocan en el centro del debate las políticas sociales".

No obstante, a Compostela Aberta no le basta solo con el apoyo de los dos ediles del BNG. Solo sumarían 12 votos en una corporación con 25 asientos, por lo que Martiño Noriega también necesita el respaldo del PSOE, bien votando a favor o absteniéndose. De hecho, las cuentas de este año salieron adelante, aunque tarde, gracias a que tanto el BNG como el PSdeG, que suman seis concejales entre los dos, se abstuvieron.

En A Coruña el alcalde, Xulio Ferreiro, se encuentra con el mismo problema. También gobierna en minoría. Todo parece indicar que le será más fácil contar con el respaldo del BNG, que tiene un único concejal que además se ha abstenido en la tramitación presupuestaria en comisión, pero este apoyo resulta totalmente insuficiente, por lo que necesita un gesto del PSOE para sacar adelante sus presupuestos -que se llevarán a pleno el próximo día 28-. Como mínimo, su abstención.

"De aquí al miércoles podemos llegar a un acuerdo con el BNG y seguiremos teniendo las puertas abiertas para lo mismo con otras formaciones, especialmente con el PSOE, con el que creemos que debería haber alguna posibilidad", aseguró ayer Ferreiro. Aunque los socialistas votaron en contra de los presupuestos en la comisión de Facenda, evitaron confirmar que mantendrán la misma intención de voto en el pleno del día 28.

Los presupuestos de A Coruña de este año se aprobaron a mitad del ejercicio y fue posible con el voto a favor del PSOE, aunque este respaldo no fue gratuito, dado que junto con el PP sacaron adelante dos enmiendas que desvirtuaron el proyecto de Ferreiro.

En Ferrol la situación es todavía más complicada, ya que al gobierno en minoría de Jorge Suárez se suma un PSOE que ha perdido a dos de sus concejales. El regidor aún no ha presentado el proyecto de presupuestos que para ser aprobado en una corporación sumamente atomizada requiere grandes dosis de negociación y concierto, algo que no ha conseguido hasta ahora. De hecho, este año resultó imposible aprobar las cuentas y el Concello funciona con una prórroga.

Como en la ratificación de los presupuestos de Pontevedra el PP indicó que el cambio del voto en Marea obedece a buscar alianzas en otras ciudades, el portavoz de la izquierda rupturista, Luis Rei, defendió su independencia con respecto a En Marea y agradeció al portavoz parlamentario, Luís Villares, que se mantuviera al margen.

A cambio de abstenerse, Marea Pontevedra consiguió sacar adelante seis enmiendas que suponen una movilización de gasto de apenas un millón de euros de los 73 que gestionará Lores. No obstante, tanto el PP como el PSOE no renuncian a acudir a los tribunales por el procedimiento seguido por el alcalde, el de llevar al pleno solo el proyecto del BNG y descartar la propuesta alternativa de los presupuestos aprobada en comisión por el conjunto de la oposición.

El regidor pontevedrés, por su parte, descalificó precisamente ese pacto entre los grupos minoritarios porque, a su juicio, solo intentaban bloquear y destruir la acción de gobierno. Lores indicó que ese acuerdo en comisión era una jugarreta y una zancadilla para entorpecer al BNG y una moción de censura encubierta.