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Las cuentas de las administraciones y la renta del ciudadano

Los servicios públicos en Galicia cuestan 2.700 euros por habitante

Es un 1,4% más que la media -La inversión en educación, sanidad o protección social cayó durante la crisis un 9,9% en la región -El pago de impuestos se duplicó desde 2000

Además de lo que gasta a cargo directo de su bolsillo, el ciudadano consume también los servicios que prestan las administraciones y que previamente financia a través de los impuestos. Sanidad, educación, atención social... En todos se notó la dieta en la que se metió el sector público para afrontar la histórica caída de ingresos por el estallido de la crisis y la lucha contra el déficit. El desembolso en las llamadas transferencias sociales en especie cayó más de un 10% en el conjunto del país entre 2010 y 2014, hasta los 2.693 euros por habitante. La inversión en Galicia supera la media. Los servicios públicos costaron 2.732 euros por cada gallego, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), después de un descenso en línea con el resto de comunidades, del 9,9%.

Un total de 7.471,8 millones de euros en la región en 2014. En 2009, cuando arrancó la primera recesión y el gasto en servicios públicos registró un récord en prácticamente todas las comunidades, la partida rozó los 8.300 millones de euros.

Las diferencias territoriales son muy abultadas. A la cabeza está País Vasco, con 3.600 euros por cada habitante. Le siguen navarra (3.082), Extremadura (3.074) y Ceuta (3.006). El resto de autonomías por encima de la media son La Rioja (2.987), Cantabria (2.975), Melilla (2.868), Castilla y León (2.873), Asturias (2.868), Aragón (2.852), Murcia (2.777), Canarias (2.721) y Castilla-La Mancha (2.715). A la cola aparecen Andalucía, con 2.475 euros por residente; Madrid (2.539), Comunidad Valenciana (2.580), Cataluña (2.603) y Baleares (2.624).

¿Y cuáles fueron las que arrastran un mayor ajuste durante los años del parón económico? Castilla-La Mancha redujo la inversión en servicios públicos un 17%; un 13,9% en Cataluña; un 13,1% la Comunidad Valenciana; un 11,1% tanto Castilla y León como Murcia; y un 11% en Andalucía. Por el contrario, la reducción en Baleares fue de únicamente el 2,2%; un 5% en el País Vasco; y un 6,2% en Extremadura.

La decisión de gasto tiene mucho más de gestión, de prioridad política, que de la riqueza de un territorio. Por eso la radiografía de la evolución del desembolso en los servicios públicos no es un calco del panorama de la renta disponible en la población. Salvo el caso del País Vasco y Navarra, que ocupan los puestos altos en las dos clasificaciones, las semejanzas son pocas. Madrid lo ejemplifica: es la segunda comunidad en renta por habitante (17.943 euros) y la penúltima en las transferencias sociales en especie per cápita, con esos menos de 2.600 euros. Galicia, otra muestra: la renta disponible rondó los 13.100 euros, unos mil menos que la media estatal, pero con 40 euros más por vecino, un 1,4%, en el coste de educación, sanidad y otros servicios de carácter social.

¿De dónde vienen los ingresos de los gallegos? En salarios, más de 24.700 millones de euros. Es la principal fuente de recursos en las familias. Cerca del 69% de la renta disponible bruta, que no tiene en cuenta lo recibido por el ciudadano mediante las transferencias sociales. Las rentas mixtas, que engloban la retribución de los autónomos y otros ingresos generados en las empresas que no son salarios, sumaron 8.294 millones de euros. Por intereses en cuentas corrientes, dividendos de acciones o el alquiler de propiedades, los gallegos se embolsaron 3.388 millones. Por otro tipo de prestaciones sociales, el importe ascendió 11.821 millones de euros.

Pero parte de la capacidad de gasto del ciudadano se va en cumplir con sus obligaciones tributarias. En cotizaciones sociales, el saldo neto ascendió a 7.669,6 millones de euros en 2014. Fue un 11% menos que en 2008, en plena bonanza y con el mercado laboral en máximos de ocupación. La crisis tuvo el efecto contrario en la presión fiscal. Los gravámenes que paga el ciudadano, como el IRPF o Patrimonio, recaudaron 4.139 millones de euros. La segunda mayor cifra desde 2000 por las alzas de tipos aplicadas para mejorar los ingresos de las administraciones. Entonces, en el comienzo de la década pasada, cada habitante abonaba 759 euros en impuestos. Ahora son más de 1.500. El doble.

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La comunidad fue una de las seis en la que más creció la economía durante el pasado año

  • Galicia consiguió el pasado año romper con el diferencial negativo que mantenía en la recuperación económica respecto al resto del Estado. El Producto Interior Bruto (PIB) regional avanzó en 2015 un 3,2%, justo el mismo incremento registrado en el conjunto del país, lo que le coloca como la sexta comunidad con un mejor comportamiento por detrás de Murcia y Cataluña, ambas con una ascenso del 3,7%; y País Vasco, Comunidad Valenciana y Madrid, que registraron todas un crecimiento de su PIB del 3,6%.La actualización de los datos de contabilidad regional que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma así el avance que el organismo publicó el pasado mes de marzo y que se distancia de los cálculos del Instituto Galego de Estatística (IGE), que sitúa el crecimiento del PIB de la comunidad durante el pasado ejercicio en el 2,1%. La Xunta optó entonces por agarrarse a los números del INE amparándose en que "todos los indicadores de actividad" superaban la media nacional, por lo que "parece lógico" que también la economía salte por encima del dato del total de España.Todo apunta a que Galicia acabará también este año creciendo tanto o más que la media.

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