A pesar de que Galicia gana 535 habitantes gracias a obtener un saldo migratorio positivo, esta cifra no logra compensar el desplome demográfico que se produce por un aumento de los fallecimientos, debido al envejecimiento poblacional, y el continuo descenso de la natalidad. En la comunidad gallega murieron en el primer semestre del año 6.994 personas más que las que nacieron. Esta situación, al final, arroja un balance de 6.459 habitantes menos, lo que supone un descenso del 0,24 por ciento.

El censo de Galicia se sitúa en las 2.714.084 personas a 1 de julio, la cifra más baja de los últimos doce años. La comunidad gallega fue además la cuarta autonomía con mayor descenso poblacional, por detrás de Castilla y León (0,37 por ciento), Asturias (0,33 por ciento) y Extremadura (0,28 por ciento).

Y se continúa acrecentando su envejecimiento. En el último año (entre julio de 2015 y julio de 2016) el número de mayores de 65 años ha crecido en casi 6.000 personas, mientras que los niños de menos de 14 años se reducen en 1.300.