La comisión del Parlamento de Galicia para investigar la desaparición de las dos cajas de ahorros necesitó tres años para resucitar. Cuatro exactos si tomamos como referencia el debate en O Hórreo del que salió por unanimidad su creación. Y lo suyo no es precisamente un milagro. Es una necesidad. El portavoz del PPdeG reconocía ayer que el propio cambio de legislatura certificó el fallecimiento del proceso y que la propuesta de su partido para abrir una nueva comisión con las mismas funciones busca completar lo hecho hasta ahora. Redactar "unas conclusiones razonables". La insistencia de Pedro Puy en que lo que toca es "acabar los trabajos" cierra la puerta a ampliar las comparecencias y pedir nueva información, pese a que los populares asumen que en estos tres años han pasado muchas cosas alrededor del sistema financiero gallego. Era lo que quería la oposición. PSdeG y BNG presentaban su propia solicitud de una nueva comisión para incluir también el estudio de la venta de la antigua NCG. Pero la que prosperó con la mayoría del PPdeG fue la suya y Puy dejó entrever que lo único a mayores de lo previsto será "algún análisis" de la subasta y las sentencias por las indemnizaciones a los antiguos directivos.

Para sorpresa, y cabreo, del resto de grupos, el portavoz del PPdeG en la Cámara gallega admitió que la parálisis de la comisión durante estos tres años fue una decisión que él mismo tomó a propósito. "De las pocas cosas que el presidente Feijóo me recriminó", asegura. Lo hizo como "favor al país" al "enfriar el debate" y "no interferir" en el relanzamiento comercial de Abanca; y para "evitar el ridículo" de sacar conclusiones que pudieran chocar con el fallo de la Audiencia Nacional y el recurso ante el Supremo de las prejubilaciones. Ante los reproches en tromba de la oposición -"La democracia Puyana", le afeó Ana Pontón, del BNG-, Pedro Puy defendió el "compromiso absoluto con la transparencia" de los populares con este caso y enfatizó que solo la Xunta remitió documentación. "Sigo pensando que es una pena que se perdieran las cajas, pero gracias a la gestión de este partido el negocio no fue tan mal", asegura.

Pontón le echó en cara todas las veces que él y otros diputados negaron la parálisis en la investigación. "La realidad es que no tienen ningún interés en hacerlo", afirma la portavoz del BNG, que exige "responsabilidades políticas" porque las indemnizaciones a los directivos "se fraguaron en el extra de tiempo que pactaron PP y PSOE". El Bloque carga con la privatización del negocio de las antiguas cajas. "Desde 2014 la entidad ganó 1.700 millones y se vendió por 1.000", subraya. "El señor Feijóo -añade Pontón- es cómplice de esta estafa a todos los gallegos".

Desde las filas socialistas recordaron al PPdeG su negativa en el verano de 2013 a aplazar un mes la comparencia en persona del exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, porque "había prisa". "Han pasado tres años", ironizó Abel Losada, que avanza que su partido pedirá que venga al Parlamento gallego su sustituto, Luis María Linde, y la exsecretaria de Estado de Presupuestos y exconselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, artífice de la "fallida fusión" y "que se escudó en que era alto cargo para no venir". "Ahora puede", advirtió el diputado socialista.

"Ustedes manejaron a su antojo y por interés electoral una comisión que era para esclarecer la verdad y que convirtieron en un auténtico paripé", recriminó también Antón Sánchez, de En Marea, que suma a las tareas pendientes el estudio del cuaderno de venta de NCG y la actual gestión de Abanca "de descapitalización de la entidad para hacer negocio rápido".