El nuevo escenario que se plantea con la llegada de la alta velocidad a Ourense, después de que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, cuestionara inicialmente la construcción de la variante exterior, provocó que el alcalde, Jesús Vázquez, realizase ayer un llamamiento a la "unidad de todos, al margen de siglas", para defender los intereses de Ourense", y en este caso para que "la ciudad no se rompa en dos", así como para "reivindicar con firmeza" que se cumplan los acuerdos plenarios que se adoptaron y los compromisos adquiridos en su momento tanto por los gobiernos del PSOE como los del PP. Pero de la misma forma en que el alcalde elevó la voz de protesta, también se apresuró a valorar el cambio de opinión de Fomento. "Celebro la rápida respuesta del ministro ante la demanda de la sociedad ourensana. Sensible a un proyecto muy necesario", escribía en Twitter.