La Xunta pone tres requisitos para convertirse en accionista de una compañía. Que la empresa en cuestión tenga un "alto potencial de crecimiento", que al frente estén gestores "de reconocida solvencia profesional" y que la actividad "tenga relación con el desarrollo y consolidación de la economía y la industria" de Galicia. Con esos principios nació la sociedad de capital riesgo Sodiga, principal brazo inversor del Ejecutivo autonómico, hace más de cuatro décadas, y con esas mismas premisas se mantiene para encauzar las tomas temporales de participación pública para dar estabilidad a las empresas de ese perfil, "añadiéndole credibilidad". Las elevadísimas pérdidas que acumuló con el estallido de la crisis por la quiebra de muchas de las compañías a las que apoyaba -más de 60 millones de euros- obligaron a Sodiga a dedicar la mayoría de sus recursos a sanear las cuentas y paralizar nuevas operaciones. Pero el giro en los presupuestos del próximo 2017, con mayor capacidad de gasto y espíritu "expansivo", llega también a Sodiga, que prevé desembolsar 18 millones en adquisiciones de acciones y préstamos en los próximos tres años. Con una prioridad que queda patente: "la atención a la fijación de la industria vincula a las principales actividades del sector primario de la economía gallega".
La intención de la Consellería de Economía, Emprego e Industria, con las competencias sobre Sodiga, era revitalizar la sociedad este mismo ejercicio con cinco compras de acciones por valor de cuatro millones de euros y otros tres millones para la firma de tres préstamos participativos. La realidad se queda bastante más corta que el pronóstico. En préstamos sí se alcanza el objetivo, incluso se supera, con 3,69 millones de euros, según la estimación del cierre del año que Sodiga incluye en sus presupuestos de 2017; mientras que en tomas de participación solo se gastaron 512.500 euros.
Aunque Sodiga no recibe actualmente transferencias de financiación de la Xunta con cargo a ningún programa de gasto, sus objetivos son los mismos que empapan el resto de las cuentas autonómicas para el año que viene. Empleabilidad y crecimiento inteligente a través del fomento de la actividad empresarial. Sodiga recuerda que su presencia en el accionariado, además del oxígeno financiero, "ayuda a la profesionalización de la gestión empresarial, colaborando en la búsqueda de financiación adicional y apoyando la internacionalización".
Para 2017, el presupuesto de Sodiga contempla seis adquisiciones de capital y otorgar dos préstamos con una cuantía total de 5,228 millones de euros. En 2018 la partida asciende a casi 5,8 millones para siete operaciones y a 7,3 millones en ocho movimientos de inversión en 2019. Junto con las nuevas operaciones, la sociedad de capital riesgo de la Xunta está prorrogando la permanencia en el accionariado de empresas de las que ya es socia y la refinanciación de créditos para facilitar la devolución.
Los derechos pendientes de cobro en Sodiga alcanzarán los 1,3 millones de euros al cierre del actual 2016. Los fondos líquidos de la sociedad, según el extracto que va en las futuras cuentas de la Xunta, suman cerca de seis millones. Por lo que el remanente de tesorería se sitúa en 7,257 millones. Después de la limpieza que aplicó al balance para absorber las pérdidas que le correspondían por los números rojos de las compañías en las que era accionista -y que llegaron a los 21,4 millones en 2008-, Sodiga volvió a beneficios en 2014: 1,2 millones de euros. En 2015 fue algo más de un millón de euros. El resultado previsto para este ejercicio es mayor, de 1,5 millones; y otros 1,855 millones de euros en 2017.
Los ejemplos de Agrupación de Cooperativas Lácteas y Dairylac
- La mención expresa en los presupuestos de Sodiga para 2017 a las industrias relacionadas con el sector primario de Galicia como prioridad en las inversiones de la Xunta en capital riesgo no es una cuestión menor. Ahí ve la sociedad un importante nicho de desarrollo a futuro, como demuestra también su apuesta ya en los dos últimos años. Dos de las operaciones más importantes de las realizadas el pasado 2015 fueron por esa línea. Dairylac, impulsada por las cooperativas Icos (Chantada) y Lasurgal (Melide), recibió de Sodiga una inyección de 417.000 euros que dejó a la sociedad de la Xunta con el 25% del capital; y otro millón de euros de un préstamo participativo. La firma especializada en productos lácteos de alto valor añadido está en la puja para hacerse con Lácteos Pérez y su filial Alimentos Ruta Xacobeo. Hace unas semanas, durante la presentación de las obras para la construcción de una torre de secado de leche en Melide, los responsables avanzaban un incremento de su oferta para hacerse con las queserías hasta los 6,3 millones de euros.Agrupación de Cooperativas Lácteas, las diez sociedades que desde 2012 gestionan la plan de Clesa en Caldas de Reis tras la quiebra de Nueva Rumasa, es el otro ejemplo del rumbo inversor de Sodiga, que recibió de Adiante 2000 -otro fondo de la Xunta- el 15,02% del capital (640.000 euros).Son dos de las principales participaciones en estos momentos de Sodiga, que pasó por el accionariado de conocidos grupos gallegos como Monbus, Caramelo o Frinova (Pescanova). En el caso de las dos últimas, con un importante agujero de 18 millones de euros tras las quitas fijadas en sus concursos de acreedores.
