Galicia presume de cumplir los límites de estabilidad presupuestaria impuestos por el Gobierno central, que a nivel general se han ido incumpliendo desde 2010 tanto con el último Gobierno socialista de Zapatero como con el del popular Mariano Rajoy. El jueves, el Consejo de Política Fiscal y Financiera acordó con las comunidades relajar una décima la exigencia de cerrar el año próximo en el 0,5% de déficit del PIB. La Xunta, sin embargo, mantiene de momento su meta de ajustarse a esa cifra y guarda en la recámara la opción de poder endeudarse en 60 millones adicionales. En la hoja de ruta marcada en los presupuestos se sitúa 2018 como último periodo en que existirá desfase entre ingresos y gastos -un 0,3%- para cerrar 2019 en déficit 0. La Xunta se ahorrará el año que viene 36 millones en intereses por controlar su deuda, aunque esta subirá hasta los 11.229.