La Xunta prevé que se creen el año próximo en la comunidad entre 18.000 y 19.000 empleos -puestos equivalentes a tiempo completo- para cumplir así el objetivo de cerrar 2017 con una tasa de desempleo del 15,4%, porcentaje "prudente" que confía en superar. Las cifras encajan con la planificación general para la legislatura en que el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, quiere situar la tasa de paro por debajo del 10% tras la creación en cuatro años de entre 80.000 y 100.000 puestos de trabajo.

Las metas para el año próximo incluidas en los presupuestos de 2017 fueron expuestas ayer por el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, a los sindicatos, a los que no convenció, pese al incremento de recursos. El techo de gasto se elevará a 9.063 millones de euros, 259 más que el año pasado, y las políticas de empleo recibirán un impulso extra de 32 millones. Se trata de un avance del 15% respecto al actual ejercicio en esta materia. Con alrededor de 214 millones, la Xunta pretende mejorar formación de ocupados y desocupados, fomentar la calidad laboral y mejorar la situación de los autónomos.

Como había anunciado ya el Ejecutivo, también se adelanta a enero la recuperación del complemento específico de la paga extra que había sido suprimido para contener el gasto público en 2013.

El responsable de finanzas públicas, que hoy presenta las cuentas a la patronal, emuló el mensaje de Feijóo de diálogo y propuso lograr acuerdos para mejorar las condiciones laborales de los empleados públicos. Los sindicatos a los que presentó las cuentas, de momento, se mostraron molestos por la falta de concreción de la documentación ofrecida.

Los representantes de CIG, Comisiones Obreras y UGT afearon la ausencia de documentación y pusieron en duda la efectividad de las políticas económicas de la Xunta. Xesús Castro, de CCOO, lamentó las "vaguedades" ofrecidas por Facenda y la ausencia de medidas para atender a los parados de larga duración. Luis Baneira, de UGT, se unió a su crítica e incluso acusó de "falta de transparencia" al Ejecutivo. Finalmente, Paulo Carril (CIG) elevó el tono y vinculó la reunión de ayer con un intento de "buscar la foto y aparentar" buena sintonía con los sindicatos -ambas parte firmaron diez acuerdos en materia de empleo público este año, recordó la Xunta-. "[Los presupuestos] No se ajustan a la situación de emergencia social que vive Galicia", concluyó el sindicalista.

La oposición tampoco está convencida de las cuentas, que serán aprobadas mañana en el Consello de la Xunta, retrasado un día por la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera. El portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, pidió a Feijóo "cumplir su promesa de diálogo" en la tramitación presupuestaria y "empezar ya" una política inversora que permita "a todos" superar la crisis. Su homóloga del BNG, Ana Pontón, exigió unos presupuestos "realmente expansivos" que permitan cambiar de "modelo" productivo y promover el "empleo de calidad, la modernización y el avance del país", así como la "consolidación de los derechos sociales".

Por otro lado, las cuentas de 2017 incluirán una mejora de 3,6 millones de euros en el Fondo de Cooperación Local, que ascenderá a 119,8, según comunicó ayer el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a la una representación de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).