El líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, ya piensa en las próximas elecciones municipales de 2019 con el objetivo de recuperar el poder que perdió su partido en los ayuntamientos gallegos. El PPdeG pretende especialmente recuperar las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol, ahora en manos de las Mareas, y la Diputación de Pontevedra, que siempre había estado gobernada por la derecha.

Acompañado por todos los conselleiros, excepto por Francisco Conde, y por todos los presidentes provinciales, a excepción del ourensano Manuel Baltar, el líder del PPdeG emplazó a los suyos a "enmendar" los "malos resultados" y los "errores" cometidos en las pasadas elecciones municipales de 2015. Por su parte, se comprometió a escuchar y trabajar en los 313 municipios de Galicia.

En su intervención en la Junta Directiva del PPdeG, celebrada en el municipio coruñés de Teo, expuso que si el pasado 25 de septiembre no hubiera revalidado la mayoría absoluta, el PP gallego estaría ahora "reiniciando un nuevo protagonismo en el partido y un nuevo equipo".

Feijóo interpreta que el éxito de su partido en la cita con las urnas es porque "frente a esa mística del cambio por el cambio, los gallegos votaron sentidiño". "Los gallegos no somos un pueblo de mesías, salvapatrias o soberbios proféticos: nos gusta más hacer que decir. Yo intenté completar un gobierno que le guste más hacer que decir y escogí un conjunto de hombres que llevaban un tiempo trabajando juntos", explicó sobre su decisión de repetir equipo de conselleiros.

Para el titular de la Xunta, su Gobierno, que tomó posesión el lunes, se trata de un gobierno "humilde", que "sabe que comete errores", que "titubea" y que "tiene dudas". "Pero que también acierta y que seguirá siendo sincero con su pueblo porque no le importó decir a veces que no era posible hacer algunas cosas", subrayó.

El líder del PPdeG volvió a abogar por "tender la mano" a las fuerzas de la oposición.. Feijóo considera que hay un cambio de actitud por parte de los partidos políticos con representación en la Cámara. "(Hace) pensar que abrimos una nueva etapa de diálogo responsable. El enfrentamiento constante y el gamberrismo parlamentario no pasan a la historia", aseguró, para luego precisar que lo que lo hace es "el diálogo".

El presidente de la Xunta defiende una "mayoría abierta" que "no rechace ninguna propuesta, venga de quien venga, si es útil para el país". Y el objetivo es que "Galicia no sea más que nadie pero que no acepte menos de lo que le corresponde".