El vicepresidente de la Xunta y presidente del PP de Pontevedra, Alfonso Rueda, defendió ayer a los 36 alcaldes populares que se plantaron el pasado martes en el salón de plenos de la Diputación de Pontevedra a solicitar una reunión con su presidenta, la socialista Carmela Silva.

Rueda aseguró que él no está detrás de la iniciativa de sus compañeros de partido: "Para nada, no estoy instigando nada ni creo que se esté haciendo ningún escrache en la Diputación de Pontevedra". El número dos de la Xunta explicó que estos regidores "llevaban meses" solicitando a la presidenta de la Diputación que los recibiera: "Y en un año y medio no tuvo tiempo a hacerlo", ironizó, para luego añadir que, debido a ello, estos tuvieron que ir allí a "pedirle por favor que se reuniera con ellos".

"Creo que se hizo con el máximo respeto, y hablar de escrache es absolutamente improcedente", aseveró Alfonso Rueda. Desde el PSdeG sostienen que los alcaldes del PP hicieron un escrache.