La Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público presentó ayer ante el registro de la Xunta más de 13.000 firmas de personas que apoyan su iniciativa a favor de "paralizar" la Lomce y el sistema de reválidas que prevé la legislación. Si bien el Gobierno eliminó el concepto de reválida, ya que los exámenes de fin de etapa no contarán para obtener la titulación de la misma (la de ESO será una evaluación de diagnóstico y la de Bachillerato será una nueva selectividad), la plataforma pide ir más allá. En opinión de Anxo Louzao, secretario nacional del sindicato CIG-Ensino, debería haber una "paralización" y una "derogación definitiva" de la Lomce y una "desaparición" de las reválidas "en todas sus modalidades". El sindicalista señaló que la Lomce es "clasista y emana de un modelo educativo neoliberal". Louzao considera "totalmente insuficiente" la decisión adoptada por el Congreso de los Diputados de tramitar una proposición legislativa socialista para "suspender" el calendario de implantación de la Lomce en aquellas medidas que aún no hayan tenido aplicación.

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, un día después de la oposición en la Cámara baja a la Lomce, admitió "juego político" y la "escenificación" en torno a la nueva ley. Avanzó, además, que el acuerdo del Congreso para suspender el calendario de implantación de la Lomce en algunos aspectos "es algo que iba a hacer el Gobierno ya". El ministro considera que existe "una rendija" para poder alcanzar un pacto por la educación con otras fuerzas políticas y confirmó la decisión del Gobierno de aprobar un decreto ley (a finales de mes) para suspender el efecto académico de las reválidas. "Veo buena voluntad y la mano tendida" (para un posible pacto), indicó De Vigo.