Nada ha cambiado tras las elecciones autonómicas en el Consello de la Xunta. El nuevo gobierno será una foto fija del que tomó posesión en octubre de 2015, tras la última remodelación acometida por Alberto Núñez Feijóo para atajar el declive electoral sufrido por su partido en las municipales celebradas en mayo de ese año. Los diez conselleiros han sido ratificados en sus cargos y se mantiene además la misma estructura y reparto de áreas. Aunque se preveían retoques mínimos en su gabinete, el presidente de la Xunta ha decidido por sorpresa encarar exactamente con el mismo equipo su último mandato, en el que se juega su legado y en el que debe afrontar la consolidación de la recuperación económica y la creación de empleo. Con este movimiento, Feijóo disipa además cualquier especulación sobre su posible sucesor.

Los diez conselleiros de Feijóo, tras la remodelación de gobierno de octubre de 2015. // Xoán Álvarez.

El líder del PPdeG dejó claro que éste será su último mandato y ha fijado para el año 2019 la designación de su relevo a través de un congreso. Se llegó a barajar la posibilidad de que creara una segunda vicepresidencia, lo que daría pistas sobre su sucesión -al igual que hizo Fraga en 2004 cuando nombró vicepresidentes al propio Feijóo y a Xosé Manuel Barreiro-. Sin embargo, en una entrevista a FARO DE VIGO el titular de la Xunta ya había advertido que no formaría un gobierno en clave sucesoria. Y ahora así se confirma. Se mantiene una sola vicepresidencia, que seguirá ostentando Alfonso Rueda. Su intención es no abrir todavía el melón de la sucesión para que sus conselleiros se concentren en el reto de la consolidación económica que deben afrontar durante esta legislatura. De esta manera no desgasta a su posible relevo y mantiene firme su liderazgo, sin que se interprete que ya está pensando en marcharse, algo que desde la oposición le recriminan con insistencia.

Es la primera vez además que un presidente de la Xunta no introduce cambios en su gabinete tras su paso por las urnas. Ya en los últimos meses Feijóo venía repitiendo que estaba muy satisfecho de sus conselleiros. Además el pasado año acometió dos remodelaciones de gobierno. Antes de las elecciones municipales incorporó a Valeriano Martínez (Facenda) y Román Rodríguez (Educación) para sustituir a Elena Muñoz y Jesús Vázquez, que disputaron las alcaldías de Vigo y Ourense. Y en octubre de 2015, tras la pérdida de apoyos sufrida en los comicios locales, acometió otra crisis de gobierno más profunda, incorporando a Jesús Vázquez Almuiña (Sanidade), José Manuel Rey Varela (Política Social) y Ángeles Vázquez (Medio Rural).

Con estos cambios tan recientes no era previsible que Feijóo mudara ahora a estas nuevas incorporaciones cuando algunos llevan solo 13 meses en el Consello de la Xunta. La duda estaba con conselleiras veteranas como Beatriz Mato (Medio Ambiente) y Rosa Quintana (Mar), que finalmente también repetirán en sus cargos.

Solo había un factor que podía obligar a Feijóo a alterar sus planes: que Mariano Rajoy incorporase a alguno de sus conselleiros a su gobierno. Eso no ha sucedido y el presidente de la Xunta ha decidido conservar íntegro a su equipo.

El argumento que esgrimen en el entorno de Feijóo es que todos los conselleiros fueron en las listas electorales y cuentan, por lo tanto, con el respaldo de las urnas, que incluso ha permitido al PP ampliar su mayoría absoluta.

Otra cosa es que Feijóo no acometa cambios en los niveles intermedios de la Xunta: directores y secretarios xerais... Desde 2009 solo 18 de los 62 altos cargos de la Xunta (incluyendo conselleiros) continúan en sus puestos. Y además estos cargos del segundo escalafón suelen ser la cantera a la que recurre Feijóo cuando necesita nombrar conselleiros.

El presidente deberá decidir ahora qué conselleiros deben renunciar a su escaño en el Parlamento. En 2009 todos debieron entregar su acta debido a que el PP tenía una mayoría absoluta ajustada y la ausencia de cualquier miembro del Gobierno por motivos de trabajo dejaba a los populares en minoría. Ahora tienen un margen de tres diputados. Ya en la anterior legislatura Rueda conservó su acta. En este mandato podría ser alguno más. En total hay 17 conselleiros y altos cargos que fueron en las candidaturas y obtuvieron escaño. Si se viesen obligados a renunciar, correrían las listas y entrarían al hemiciclo nombres que se quedaron fuera tras el 25-S.

Al mantenerse el anterior equipo de gobierno, Vigo queda de nuevo sin representación en el Consello de la Xunta.