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Juan Luis Basanta: "Hay niños que con 10 años empiezan ya a agredir a sus progenitores"

"Son chavales insensibles, narcisistas e impulsivos que quieren dominar la casa"

Juan Luis Basanta. // Iñaki Osorio

Juan Luis Basanta es doctor en Psicopedagogía. En la actualidad ejerce como psicólogo del Juzgado de Menores de Ourense, donde es testigo del dolor y de la desesperación de los padres que han denunciado por maltrato a sus propios hijos y piden ayuda a las instituciones para poder controlarlos.

-¿Por qué hay ahora más delitos de violencia doméstica cometidos por menores?

-Hay un claro incremento de casos con respecto a hace 10 años. Mientras baja la violencia común, aumenta la violencia filio-parental. Lo que está claro es que los padres ahora son capaces de denunciar a sus hijos. Antes, sin embargo, se silenciaba por vergüenza.

-¿Cuál es el perfil de un menor que maltrata a sus padres?

-Se caracterizan por la insensibilidad, el narcisismo, al considerarse por encima del bien y del mal, y la impulsividad. Con una actitud insidiosa y pertinaz, cada vez más intensa, buscar ir haciéndose con el control de la casa y dominar a los padres.

-¿Y cuál es la causa? ¿Es achacable a la actitud de los padres?

-No es cierto que los padres no sepan hacer su trabajo. El menor busca adueñarse de la casa y que los padres sean esclavos de sus intereses. Los padres son víctimas. No es un problema de educación. La razón básica es la maldad del chaval. Eso de que los niños son todos inocentes es una paparrucha.

-¿Pero no influye el contexto social, la educación...?

-No se puede negar la influencia de las circunstancias sociales, los problemas económicos o de una educación tolerante que no pone límites, pero la causa última de la violencia filio-parental es la conducta de los hijos, que son malvados.

-Si la maldad es innata, poco se puede hacer...

-Hay chavales que nacen con esa característica y que por las circunstancias que lo rodean esa maldad florece con más intensidad. Porque siempre se necesita un caldo de cultivo. Otros, con una educación adecuada, si los padres saben dominarlos, pueden llegar a ser políticos o empresarios y no manifiestan esa violencia.

-¿Y se puede reorientar su conducta?

-En la inmensa mayoría de los casos sí. Solo hay un grupo muy difícil a los que resulta difícil cortocircuitar la violencia que ejercen hacia los padres. Es muy importante la intervención en los primeros años.

-¿A qué años se pueden empezar a detectar estas conductas?

-En los casos más duros, un ojo atento puede darse cuenta ya de ciertas actitudes que pueden desembocar en violencia doméstica en niños de menos de 10 años. Pueden empezar a dar síntomas antes de los diez años. Son chicos, que ya desde pequeños se muestran obstinados, rígidos, con poco afecto hacia los padres y muy egoístas y desconsiderados.

-¿Pero un menor de diez años puede ya maltratar físicamente a sus padres?

- Sí, hay chicos de esta edad que ya los agreden. Solo hay que fijarse a veces en los centros comerciales a algunos niños dando patadas a sus madres. Por ahí se empieza.

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