En la tertulia improvisada por los vecinos que aguardaban ayer la salida del Rey de la cumbre nacional de las empresas familiares en el Palacio de Congresos de A Coruña la opinión era unánime. Ellos, los empresarios, "son realmente la economía". "De cómo les vaya -coincidían-, nos irá también a nosotros". Como si la calle fuera un analista más de los invitados. La idea caló de puertas adentro. Porque ese fue precisamente el mensaje que lanzó Felipe VI durante la apertura del encuentro anual organizado por el Instituto de Empresa Familiar (IEF), y en la que también participaron el presidente del IEF, Ignacio Osborne (ver página siguiente); el presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín, el country head de Banco Santander en España, Rami Aboukhair y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

"Las empresas familiares son la columna vertebral de la economía española, ya que representan, de manera directa, cerca del 90% de las empresas totales, generan el 60% de la producción total y emplean casi al 70% de los trabajadores privados", ensalzó el monarca, que incita a "una mayor concienciación" sobre la importancia de este tipo de compañías "como pilar económico", reitera, que son.

La cita, que reúne hasta hoy en la comunidad a más de 500 propietarios y directivos de las principales empresas del país, es ya en sí misma para Felipe VI una oportunidad "de acercarnos a la realidad diferente" de España como suma de territorios y "la realidad concreta de la empresa familiar". "Gracias por ese esfuerzo continuado y por la vocación de servir, de ser útiles más allá del interés propio corporativo", reconoció el Rey, en referencia las diecinueve ediciones que lleva a las espaldas el Congreso del IEF.

Aunque la incertidumbre para las inversiones por la falta de gobierno empapó toda jornada inaugural, Felipe VI evitó las referencias directas a la situación política. Los más parecido fue su apuesta rotunda por la estabilidad, una de las demandas insistentes entre los empresarios, encarnada en "los mejores valores" de las compañías vinculadas a familias, que "han apostado tradicionalmente por un crecimiento estable y sostenible cimentado en la cultura del esfuerzo y el coraje para afrontar los retos y aprovechar bien las oportunidades". "Esa estabilidad en el crecimiento, junto a la transmisión generacional -añadió- han sido sinónimos de permanencia, de duración en el tiempo, como lo demuestra la existencia de numerosas empresas centenarias, muchas de ellas representadas hoy aquí".

Por eso Felipe VI abogó por trasladar esos principios al conjunto de la sociedad. La imagen del empresario "como fundamental generador de empleo y bienestar general". "Claro que para el bien de todos es necesario seguir avanzando y aplicando medidas que dinamicen e impulsen el crecimiento de las empresas familiares, con sus especiales características y condiciones", subrayó. Y ese es el objetivo del encuentro de este 2016. La mayor dimensión para ganar competitividad, internacionalizarse, innovar, para, como recordó el Rey, "dar solidez a la economía", más empleo y más estable -"Nuestra prioridad máxima", destacó- o "la correspondiente y necesaria aportación a las arcas públicas".

La mejora en el conocimiento de la situación de la empresa familiar, incluso a efectos estadísticos, permitirá, según Felipe VI, percibir su "inmenso valor" para "transmitir bien al conjunto de la sociedad la aportación que estas empresas desarrollan en materia de creación de riqueza y generación de puestos de trabajo".

El Rey, que decidió quedarse a compartir un café con los empresarios tras la inauguración, presentó a Galicia como "un lugar idóneo" para abordar el objetivo del Congreso de este año, el crecimiento "con raíces". "Galicia é terra de xentes emprendedoras e traballadoras, orgullosas das súas raíces -aseguró, en gallego-; xentes que sempre deron exemplo, aquí mesmo, no resto de España e no mundo enteiro, da súa laboriosidade e do seu bo facer".

De los gallegos emprendedores desde la emigración se acordó también el presidente de la Xunta en funciones. "Nunca son desarraigados, se integran sin perder los orígenes", afirmó Alberto Núñez Feijóo. La comunidad "conjuga desde siempre tradición y modernidad" y es, apuntó, el "fiel reflejo" de ese emblema del crecimiento con raíces, "las raíces de todo gallego que no le atan y le lanzan con seguridad y energía".

Feijóo, uno de los líderes más fuertes en estos momentos tras su holgada mayoría absoluta de septiembre, sí aprovechó las fortalezas que alaba a las empresas familiares, "continuidad, estabilidad y discreción", para "desear" que se apliquen a España. "Continuar con un proyecto nacional que ha tenido un éxito rotundo con los cambios que sean necesarios; la estabilidad, que nada tiene que ver con la inmovilidad; y el sosiego que deje de lado las actitudes grandilocuentes que nada resuelven", demandó. El ejemplo, resaltó, que ofrece "la figura del Rey".

"Entendimiento entre todos los sectores", reclamó también el responsable del Banco Santander en España, para combatir la "elevadísima tasa de desempleo". Las empresas familiares, según Rami Aboukhair, son la suma de "pasión y gestión", exportadoras "de la Marca España todos los días". "Un bien social -resumió- en sí mismo". La combinación de "tradición y el arraigo" y "una gran capacidad de adaptación a un entorno cada vez más global, digital y cambiante" , en palabras de Hilario Albarracín, presidente de KPMG en España, que fija la transformación hacia "modelos impensables hace un puñado de años" como" el gran reto de los próximos años".

Eso lo sabe muy bien Pablo Isla, sin duda, el plato fuerte de la jornada con su recorrido por el modelo de negocio de Inditex. La tienda y el cliente son el epicentro de la compañía, que en los años de crisis fue capaz de crear 7.000 empleos y estrenar una bonus para la plantilla ligado a beneficios que Isla asegura que se mantendrá. La lista de la veintena de países en los que la principal textil del planeta abrió tienda en los últimos dos meses casi le deja sin respiración. Fue cuando el público exhibió su admiración a la evidencia del éxito.