Pablo Isla reconoció que la revolución del mercado online que supuso la popularización de los teléfonos inteligentes vino "muy bien" al grupo que preside y su mercado virtual. Pero no sólo en resultado.

En Inditex llevaban años dándole vueltas a la creación de un sistema que les permitiese comunicarse con sus 150.000 trabajadores en todo el mundo y con la expansión de los smartphones llegó la respuesta; una aplicación de descarga voluntaria en la que cada empleado puede consultar desde sus nóminas a los avisos que el grupo traslada a la plantilla.

La tecnología es uno de los capítulos prioritarios de las inversiones de Inditex (1.000 millones en los últimos años) y una de las estrellas de los últimos ejercicios fue el sistema RFID de identificación de prendas que permite introducir en las alarmas una antena que geolocaliza el producto desde el centro logístico hasta que es vendido.

Este sistema permitió, según relató ayer Isla, dar solución a un problema que Inditex detectó nueve años antes; la instalación de las alarmas en el punto de fabricación y que estas fueran reciclables. Con el RFID, que facilita el trabajo de almacenaje y localización de prendas en tienda, cada alarma lleva esa información, y se borra en la venta, cuando la alarma se retira.