Esta viguesa es la que menos velas sopla de los parlamentarios de O Hórreo al celebrar un cumpleaños. Vino al mundo en 1990, el año en que internet se abrió al público por primera vez, y creció participando en diferentes movimientos sociales, colectivos estudiantiles, feministas y anticapitalistas y el 15-M, hasta llegar a Podemos, un periplo en el que ya a los 6 años acudía a manifestaciones con sus padres.

Curtida en la política hecha a pie de calle, ahora da el salto a la institución, el Parlamento, porque la situación lo requiere. "Es dramática, desahucios, trabajo precario, privatización de los servicios públicos, y es preciso hacer las cosas de una forma totalmente diferente a como se venían haciendo", afirma. La meta es trabajar con una "visión global" y construir "un país justo", el lema escogido por En Marea para la campaña. "Las instituciones son un frente más", apostilla, pero no olvidará de dónde viene: "Vamos a seguir en la calle movilizándonos, en los colectivos en los que veníamos trabajando".

A Quinteiro lo de la edad le parece "anecdótico". Frente a aquellos que apunten a su falta de experiencia, replica ya: "Más que la experiencia que pueden tener otras personas que llevan muchos años en las instituciones, nosotros lo que tenemos es la idea de hacer las cosas de otro modo. Para mí son más importantes las ideas que nos mueven y la lealtad con la mayoría de gallegos y gallegas, con la gente que nos votó". En ese rol, su edad no es una desventaja. "Hay jóvenes que emigran para encontrar trabajo, muchos en condiciones precarias", alega, y ve positivo que acceda a O Hórreo "gente joven con la que se identifiquen". De hecho, tres diputados de En Marea no llegan a los 30. "Tenemos que estar ahí para visibilizar esos problemas que afectan a la juventud", insiste.

Sabe de lo que habla. Esta diplomada en Enfermería se ve a sí misma como un ejemplo de la "precarización" de la sanidad. Por sus manos pasaron, dice, "contratos temporales, de días, de semanas y con suerte de un mes, de una baja". Como inquietud generalizada entre los gallegos, el tema del empleo, avanza, será prioritario para su grupo, aunque otra de sus "mayores preocupaciones" será el visualizar que las mujeres son "igualmente válidas" en el mundo institucional.

Y hablando de ese mundo, y pese a que no considera tampoco que el Parlamento deba ser "una macroasamblea permanente", reivindica la necesidad de "escuchar las movilizaciones que hay en la calle y trasladar las demandas".