El peligro que suponía la transición de velocidad en la curva de A Grandeira, donde descarriló el tren Alvia en 2013 que provocó la muerte de 80 personas, se habría analizado si Adif utilizase una metodología para evaluación de riesgos más moderna, según concluye el perito Enrique Castillo Ron.

En un escrito fechado ayer y presentado al juez que instruye la causa -al que ha tenido acceso Europa Press-, este experto de la Universidad de Cantabria añade unos comentarios a raíz de la documentación aportada el pasado lunes por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias.

Así, Castillo Ron advierte que la metodología aplicada por Adif para realizar la evaluación de riesgos, aunque es "la que proviene de las normativas europea y española", "no es la más adecuada", y que si se hubiera utilizado un modelo más moderno, como el trabajo de Laura Beales editado por la RSSB (Rail Safety and Standards Board), esto implicaría analizar todos los riesgos por muy improbables que resultaran, como circular a 170 km/h por Angrois.