La situación de la economía es solo uno de los muchos factores que median en la decisión de hacer las maletas para lograr un trabajo. Por eso hay tanta "diversificación territorial", como destaca el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en su último informe sobre la movilidad geográfica durante el pasado año. En que los flujos de entrada o salida sean más o menos intensos también influyen la cercanía entre provincias, la pertenencia a la misma región o su relación con Madrid, que es, de largo, el destino de referencia para las personas que dan el paso de abandonar su domicilio. La capital del Estado protagoniza buena parte de la emigración laboral, junto con todas las provincias mediterráneas, algunas de Andalucía, la zona norte comprendida entre La Rioja, Navarra y el País Vasco y la vertiente Atlántica de Galicia, que se consolida como una de las autonomías con mayor éxodo tras incrementarse cerca de un 10% los desplazamientos hacia otras comunidades en 2015.
Además de los 847.700 contratos para desempeñar un puesto entre los residentes, en Galicia se firmaron el ejercicio pasado un total de 27.444 para personas que vinieron de otras partes del país, lo que deja un alza del 8,8% en la entrada de trabajadores. Pero casi 50.000 se fueron. Concretamente, 49.963, con un ascenso mayor al de las llegadas, del 9,4%. El saldo de movilidad geográfica es, por tanto, negativo. Los que se fueron superan en 22.500 a los que eligieron la región como destino. El SEPE destaca que, tras Andalucía -en su caso, el desequilibrio entre los que se van y los que entran roza los 100.000-, las comunidades "especialmente" emisoras son "Castilla y León [32.600], Castilla-La Mancha [42.200], Galicia, Comunidad Valenciana [34.500] y Extremadura [26.800]".
Pese a la importante magnitud de los flujos de salida, Galicia cuenta con una de las tasas de movilidad más bajas de todo el país. Los contratos que implican un desplazamiento representan solo el 4,36% de del total de puestos. Los ofertados en la comunidad y los de residentes gallegos que emigran. Únicamente Canarias, donde evidentemente incide la insularidad, tiene un índice menor, del 3,9%. La media estatal alcanzó el 8,61% en 2015, dos décimas más que el año anterior. Los desplazamientos entre provincias siguieron la misma tendencia, con un alza idéntica, desde el 12,66% al 12,86%. "La mayores tasas desde comienzo de siglo", señala el informe del organismo dependiente del Ministerio de Trabajo.
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Tres de cada diez de los contratos firmados por gallegos fuera (15.610) están en Madrid. ¿Cuáles son los otros principales destinos para los trabajadores de la comunidad que se van? Cataluña, que concentra el 16,3%; Castilla y León, con un 8,6%; Asturias, con un 6,8%; un 6,4% en Andalucía (6,4%); y otro 6% en el País Vasco. Canarias continúa perdiendo peso en las migraciones gallegas. Representa apenas el 5% del total de las salidas. El archipiélago fue receptor neto de trabajadores hasta 2012, algo en lo que tuvo mucho que ver el boom del ladrillo. La construcción sumó el 7,76% de los contratos de movilidad en el conjunto del país en 2015, "igualándose en peso a la industria, cuando a principios de siglo la triplicaba" en el éxodo de trabajadores.
Entre los grandes flujos entre provincias, aquellos que agrupan a más de 15.000 contratos, el SEPE incluye los movimientos de trabajadores de Pontevedra a A Coruña. El pasado año alcanzaron los 21.800 contratos. Entre los nudos de desplazamiento intermedio, con entre 7.500 y 15.000 contratos, figura el sentido contrario, de A Coruña a Pontevedra, que en 2015 ascendió a alrededor de 13.400.
La movilidad en Pontevedra roza el 30% entre los técnicos y profesionales científicos
- Los trabajadores que se marchan a otros lugares en el caso de la provincia de Pontevedra alcanzan los 47.573, frente a los 25.400 que entran. La tasa de movilidad es mucho más alta que la media gallega: un 10,15%. Se nota, sobre todo, en aquellos más formados. El índice roza el 30% en los técnicos y profesionales científicos e intelectuales. Con ellos se firmaron 20.300 contratos en la provincia, otros 6.300 vinieron de fuera y salieron 10.441. Entre los directores de empresas y la administración pública, la tasa fue del 21%; entre los no cualificados, del 4,9%. Un 5% en la industria y un 16% en la construcción.En A Coruña la tasa de movilidad llega al 11,8%, con un saldo negativo de 2.100 contratos. De nuevo los valores más altos en el éxodo a otros lugares está entre técnicos y profesionales científicos (25,1%) y altos cargos del sector público y privado (25,1%). Entre los no cualificados se sitúa en el 7,5%. En el 20% en agricultura y pesca.La tasa en Ourense anda cerca del 16% y supera el 36% en los perfiles de mejor formación. En Lugo toca el 52%, con un índice de movilidad general del 17%.
