Las rebajas fiscales activadas este año por la Xunta han mermado la recaudación de la Administración autonómica en casi un ocho por ciento. En los seis primeros meses del año los ingresos por los tributos propios de la comunidad autónoma se han reducido en 40 millones de euros. El mayor impacto lo ha sufrido el impuesto de sucesiones y donaciones. Tras la decisión del Gobierno gallego de eximir al 99 por ciento de los gallegos de tributar por las herencias, se ha recaudado un 12 por ciento menos -lo que significa unos 32 millones de euros menos-. Pero también han bajado un 5 por ciento los ingresos por el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, un gravamen que el Ejecutivo gallego decidió eliminar este año para la transmisión de fincas y explotaciones agrarias en el rural.
Según los datos del Ministerio de Hacienda, los impuestos propios de la comunidad autonóma reportaron a las arcas gallegas en el primer semestre de este año 480,6 millones de euros, frente a los 520,5 recaudados en el mismo periodo de 2015. Y la principal causa de este descenso son las rebajas fiscales que ha emprendido este año el Ejecutivo gallego y que, tal y como comprometió su presidente, Alberto Núñez Feijóo, en campaña, intensificará en la próxima legislatura.
La rebaja más importante afecta al impuesto de sucesiones y donaciones, que es además el tributo que reporta más dinero a las arcas autonómicas. Después de años en los que Galicia se situaba como la sexta comunidad con el gravamen más caro, la Xunta aplicó este año una importante reducción que, en la práctica, supone que el 99 por ciento de los gallegos -aquellos que reciban herencias inferiores a los 400.000 euros -quedan eximidos del pago de este impuesto. Hasta la fecha han sido más de 32.000 los beneficiados por esta medida.
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El impacto sobre la recaudación, según los datos de Hacienda, se concreta en una reducción del 11,7 por ciento. Si entre enero y junio de 2015 los ingresos por sucesiones y donaciones ascendían a 275,5 millones de euros, este año ha bajado a 243,13 millones.
Pero no es el único tributo cuya recaudación cae este año. Por el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, que grava las compraventas, la Xunta ingresó en el primer semestre del año casi nueve millones menos.
Tras incrementarse en un 17 por ciento la recaudación de este gravamen en 2015 y ascender a un total de 177 millones, en el primer semestre de este año este tributo de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados sufrió un descenso que dejó en 168,2 millones de euros los ingresos obtenidos por la Xunta.
Aunque este impuesto está muy condicionado por la evolución del mercado inmobiliario, no es el único factor que ha incidido en su descenso puesto que sobre este tributo se ha aplicado la otra gran rebaja fiscal lanzada por la Xunta este año. Para frenar la despoblación del interior de la comunidad autónoma el Gobierno gallego lanzó un paquete de incentivos fiscales. Son básicamente tres: exención en el pago de impuestos para la compra de fincas rústicas, para la agrupación de parcelas y cero tributos también para adquirir y ampliar explotaciones prioritarias. Solo hasta agosto sumaban ya más de 2.300 los gallegos que no pagaron un euro por la compra de fincas en el rural.
Y Feijóo anunció en campaña que en esta nueva legislatura extenderá al fiscalidad cero también a los jóvenes y familias numerosas que quieran comprarse una vivienda en el rural.
También en este primer semestre del año se redujo, aunque, en este caso, el descenso fue mínimo, la recaudación de la Xunta por el llamado céntimo sanitario (únicamente 600.000 euros). Los ingresos por el impuesto de hidrocarburos entre enero y junio ascienden a 34 millones de euros. El compromiso del presidente de la Xunta es eximir del pago de este tributo a los autónomos durante la próxima legislatura.
Y en alza está la recaudación del impuesto sobre el patrimonio, que crece un 12,2 por ciento. Aún así,los ingresos de la Xunta por este tributo son reducidos en comparación con el resto de gravámenes. Entre enero y junio solo percibió 1,68 millones de euros por este concepto. También crecen un 5 por ciento los tributos aplicados sobre el juego, elevando la suma total que obtiene el Ejecutivo autonómico a 28,6 millones. La cesta de impuestos propios de la Administración gallega se completa con las tasas que se aplican sobre determinados medios de transporte y que experimentan un incremento del 5,3 por ciento (hasta los 4,89 millones de euros).
Pese al descenso global en la recaudación de los impuestos propios de la Xunta, la comunidad autónoma ve compensado este descenso con un ligero incremento de los recursos procedentes del sistema de financiación autonómica. Según los datos de Hacienda, en el primer semestre recibió un 2,27 por ciento más descontando los anticipos y las liquidaciones negativas de 2008 y 2009.
