Las obras públicas, que hacen avanzar un territorio, se llevan por delante terrenos a cambio de un dinero que, por lo general, no suele parecerle suficiente a sus dueños, que muchas veces no dudan en acudir a los tribunales para que les paguen lo que entienden justo, a veces como compensación a una relación más sentimental que utilitaria. Sin embargo, la crisis y los recortes presupuestarios han supuesto una reducción considerable de la obra pública, que su vez provoca que haya menos expropiaciones y, por tanto, también menos reclamaciones.

Eso es lo que pasa en Galicia, corroboran los datos de 2015, cuando solo acabaron en el Xurado de Expropiación de Galicia un total de 1.428 expedientes nuevos. A ese jurado llegan los expedientes cuando no se produce un acuerdo entre la Administración expropiadora -Xunta o un concello- y los vecinos. Los primeros buscan recortar gastos y los segundos, arañar un poco más. En 2015 llegaron a esta primera instancia superior a la que pueden reclamar menos de 1.500 casos. Si se analiza la última década, el organismo tramita por año una media de 4.300 expedientes, casi el triple de los del pasado ejercicio.

La cifra es de récord, la más baja de la última década. Todo lo contrario a 2006, cuando la crisis aún no se asomaba por el horizonte, momento en que se contabilizó el máximo. Entonces fueron 10.279 expedientes los que tramitó el organismo debido a la disconformidad de los dueños de fincas con el justiprecio ofrecido por la Xunta o algún ayuntamiento.

Para algunos, no obstante, la tasación que resuelve adjudicarles el Xurado de Expropiacións, a pesar de que en general suele elevar la cifra inicial que ponen sobre la mesa los ejecutivos autonómicos o municipales, sigue sin ser suficiente. A estos les queda todavía un recurso: ir al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. El año pasado a este órgano judicial fueron a parar un total de 238 nuevos expedientes, con lo que ya son 11.471 los que están en tramitación en su sala de lo contencioso-administrativo.

La reducción de los expedientes que alcanzan el Xurado de Expropiacións también se ha reflejado en una disminución de los casos que llegan hasta el Tribunal Superior de Xustiza. En concreto, los 238 casos requeridos el año pasado son la cifra más baja desde que existen registros específicos, el año 2010. Con respecto al año anterior, 2014, suponen una reducción del 70 por ciento, y si se comparan con el año donde más recursos se presentaron al tribunal, que fue 2013, la caída alcanzaría el 84%.

En todo caso, al TSXG no le falta trabajo, dado que en 2010 acumulaba 6.806 expedientes sobre los que tuvo que dictaminar, mientras que en la actualidad ascienden ya a 11.471.

No es lo más habitual acudir al TSXG por la tasación de un predio. Lo demuestra el hecho de que en el Xurado de Expropiacións los expedientes acumulados ascienden a 45.924, tras sumar los 1.428 del último ejercicio. Eso implica que solamente en uno de cada cuatro casos los gallegos están tan insatisfechos con la valoración del Xurado, de carácter administrativo, que están dispuestos a recurrir a una instancia judicial para que les den la razón.

En relación al descenso de los expedientes que llegan tanto a uno como a otro órgano, la Xunta lo atribuye a los recortes de presupuesto de los últimos años. A menos inversiones, menos licitaciones, menos expropiaciones y menos reclamaciones.