Unos 200 ganaderos gallegos llevan varios meses sin cobrar por su leche -en su mayoría de las provincias de A Coruña y Lugo, aunque también de la comarca de Deza-, de los cuales 50 no han recibido "ni un céntimo" desde enero, en unos pagos que les adeudan primeros compradores que ejercen de intermediarios entre los productores y las industrias. Así denunció ayer el secretario xeral de Unións Agrarias (UUAA), Roberto García, quien exigió "endurecer" los criterios para poder actuar como primer comprador, una figura que funciona como "tratantes de leche", con el fin de que cumplan unos niveles de solvencia o las empresas para las que trabajan respondan "subsidiariamente" ante casos de impago.

Según denuncia UUAA, estos primeros compradores usan a los productores como "prisioneros", ya que están bajo amenaza de no recibir nunca su dinero si presentan denuncia. Por ello, demanda que las administraciones usen los mecanismos de los que disponen y actúen con "contundencia" para controlar unas prácticas de "estafa".

Sobre esta figura de primeros compradores, Roberto García advirtió de que en las últimas semanas han aparecido carteles por Lugo con anuncios para comprar leche a ganaderos, de los que supuestamente está detrás "una inmobiliaria" que tiene como objetivo "aprovecharse de la situación de desesperación" de los productores.

Asimismo, García alertó de que "por primera vez en la historia" los precios que se abonan a productores están por debajo de lo que se paga por la leche en polvo y la mantequilla, que han tenido un alza del 40% en los últimos meses en los mercados mundiales y son la pauta a seguir para el precio de la leche.

Los últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Agricultura señalan que el precio que se paga por la leche en Galicia en julio a productores fue de 26,8 céntimos, de manera que sigue como el más bajo de toda España. Sin embargo, en la comunidad hay unos "3.000 ganaderos" que cobran 23 céntimos, esto significa que las industrias que les recogen van a cobrar el litro a 29 céntimos "sin hacer nada", solo con llevarlo a una torre para leche en polvo. Al respecto, considera que las administraciones y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia debería tomar cartas en el asunto, porque "se está permitiendo una adulteración", dado que "el precio suelo" debería estar a partir de lo que marca la leche en polvo y la mantequilla.