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Los retos de las enseñanzas superiores

Xunta y universidades diseñan el "profe" del futuro

Educación trabaja con los campus para cambiar la formación de los maestros y les pide un inglés "correcto" o manejar impresoras 3D

Niños del CPI da Ribeira, en O Porriño, usan ordenadores portátiles en una clase. // Joel Martínez

"-Claro que tenían maestro, pero no era un maestro normal. Era un hombre.

--¿Un hombre? ¿Cómo puede un hombre ser maestro?

-Él les explicaba las cosas a los chicos, les daba tareas y les hacía preguntas.

--Un hombre no es lo bastante listo. (...) Un hombre no puede saber tanto como un maestro".

En este cuento Asimov se imaginaba cómo sería la enseñanza en el futuro, personalizada, a domicilio e impartida por un robot, pero hacía que sus dos niños protagonistas acabaran añorando el pasado y a esos profesores que, siendo humanos, parecían saber tanto. Y cada vez más. Si antes bastaba prácticamente con conocer la materia, ahora se demanda a los docentes adaptarse a los nuevos tiempos, que pasan, sobre todo, por ajustarse a un currículum que incluye la enseñanza en inglés y a unas tecnologías que no quedan tan lejos de las que imaginó el visionario escritor de ciencia ficción y que cambian cada día. Prueba de ello es que el año pasado la Robótica fue la segunda materia de libre configuración más escogida por los alumnos de 1º de Bachillerato y este curso se incorporará Electrotecnia, que incluye programación.

Pero las novedades tecnológicas irán a más y la Xunta quiere que los docentes estén listos para "conocer y manejar" los dispositivos electrónicos que se pueden emplear en la profesión, desde lo que ya existe, como pizarras digitales o tabletas, a lo que ha de venir, de modo que puedan para operar con "cualquier otro" aparato cuya aparición pueda generar necesidad de "actualización y aprendizaje", como ocurre ya con las impresoras 3D. Pero no solo debe controlar cómo funciona la máquina, sino sacarle rendimiento para producir con ella material didáctico. De ahí que deba conocer el software. No se les exige todavía saber programar, no específicamente, aunque en Galicia una veintena de centros participa en un proyecto experimental en Infantil donde se trabajan con robots para "estimular" la iniciación del alumnado en robótica y lenguaje de programación. En todo caso, sí se apunta que el profesor debe conocer y manejar las llamadas "herramientas de autor", aplicaciones pensadas para no programadores que facilitan crear y publicar recursos didácticos que se pueden utilizar en las aulas.

Este tipo de cuestiones, como la que apunta otra competencia clave del docente, la de "comunicador" en lenguas maternas y extranjeras, donde se le pide que se comunique "correctamente" y conozca el lenguaje para utilizarlo tanto en su forma oral como escrita "y en todo tipo de registros", aparecen recopiladas en un documento elaborado por el CAFI (Centro Autonómico de Formación e Innovación), que se encarga del diseño global de la formación del profesorado. El texto, "As competencias profesionais docentes", fue puesto por la Xunta sobre la mesa en el grupo de trabajo en el que desde principios de este año Educación y las tres universidades, responsables de la formación inicial de los profesores, colaboran para diseñar cómo será el docente del futuro. El objetivo es definir las competencias y destrezas que los estudiantes de Magisterio deberían adquirir y ajustar la carrera para lograrlo. Así lo acordaron tras detectar que hay margen para progresar en plurilingüismo o nuevas tecnologías.

La cuestión es cómo se concretará ese camino, que para las autoridades educativas y las universidades debe "profundizar" también en desafíos como la convivencia en las aulas o la atención a la diversidad. Posibles pistas pueden hallarse en ese documento del CAFI, la aportación de la Xunta a un foro que empieza a vislumbrar los plazos de entrega. En octubre debe tener listo un informe de diagnóstico que ponga las bases para concretar recomendaciones y propuestas, y el definitivo debe estar en diciembre. Antes se presentará un documento con un plan para mejorar la formación en prácticas.

El punto de partida es el de un marco de competencias profesionales docentes para Galicia, es decir, definir qué debe saber hacer el profesor. Europa aconsejó hacer estos deberes en 2009, pero, como el CAFI admite, solo Castilla León, Murcia y Navarra dieron respuesta con un modelo integral. De las tres, el organismo de formación adopta el castellano como "punto de partida" para desarrollar el gallego.

En ese texto no solo se le piden habilidades específicas como docente (hacer unidades didácticas, ejercer de tutor...), sino "compromiso personal" en la comunidad educativa, trabajar en equipo, conocer las herramientas para la gestión económica y administrativa, estar al día en protección de datos, garantizar la promoción de hábitos saludables en el alumnado o realizar investigación formativa.

Y si el reloj del docente hacía TIC, ahora hará TIC TAC. A las tecnologías de la información y de la comunicación se suma el concepto TAC (tecnologías del aprendizaje y el conocimiento), que supone saber aplicar las TIC en un entorno educativo para sacarles el máximo partido con una metodología innovadora.

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