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La deuda de las entidades locales

Los concellos gallegos dejaron facturas en el cajón por 33 millones en el último año

A Coruña, con 4,1 millones, es el municipio gallego que tiene más pagos pendientes sin computar en el presupuesto. Ourense ocupa el segundo lugar con 2,9 millones

El Ministerio de Hacienda somete a ayuntamientos y diputaciones a un estricto control para reducir la morosidad que se disparó durante los primeros años de la crisis y agilizar así los pagos a proveedores, sobre todo a empresas y autónomos asfixiados por los impagos de las administraciones. De esta manera, desde 2013 existe un plazo legal máximo de 30 días para abonar las facturas. Sin embargo, las entidades locales no siempre disponen de liquidez para afrontar los recibos pendientes. En estos casos, guardan las facturas en el cajón y no las incluyen en su contabilidad a la espera de que mejoren sus disponibilidades presupuestarias. Es la llamada cuenta 413. Concellos y diputaciones dejaron el pasado año más de 35 millones de euros pendientes de pago en facturas sin contabilizar en el presupuesto. El municipio gallego con la deuda más abultada es el de A Coruña (4,1 millones de euros al cierre de 2015), que además se encuentra entre los que acumulan más pagos sin abonar de todo el Estado -ocupa el puesto 43 en el ranking nacional-.

Aunque estas facturas se quedan al margen de la contabilidad presupuestaria, se trata de un mecanismo perfectamente legal y además las entidades locales están obligadas a informar al Ministerio de Hacienda del saldo que tienen pendiente en la cuenta 413.

No todos los ayuntamientos, sin embargo, guardan facturas en el cajón y una parte no informa al ministerio. En 2015 ascendieron a un tercio los ayuntamientos que reconocieron ante el Gobierno tener facturas extrapresupuestarias pendientes de pago: 34 en la provincia de Pontevedra, 22 en la de A Coruña, 21 en Lugo y 16 en Ourense. Pero otros 29 municipios no remitieron datos a Hacienda, entre ellos el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, la única ciudad gallega que no informó sobre si tiene facturas en el cajón.

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El departamento de Cristóbal Montoro recuerda, de hecho, a las entidades locales su obligación de "controlar el desarrollo de la cuenta 413 al objeto de comprobar la existencia de obligaciones pendientes de pago".

Con el presupuesto cerrado de 2015 los concellos dejaron en el cajón 33,8 millones de euros y las diputaciones 1,8 millones. El departamento de Cristóbal Montoro avanza la situación de estas facturas en el primer trimestre de este año y la situación no varía mucho: a fecha de marzo los ayuntamientos de la comunidad autónoma acumulaban todavía 27,5 millones de euros en facturas sin imputar al presupuesto.

Dentro de la comunidad autónoma el ayuntamiento que tiene un mayor volumen de recibos apartados es el de A Coruña. Al cierre de 2015 adeudaba a sus proveedores 4,1 millones de euros que aún no había registrado en su contabilidad. La actual corporación herculina se vio incluso obligada a pedir un crédito para atender las facturas impagadas del anterior gobierno municipal.

El segundo lugar lo ocupa Ourense, con 2,9 millones de euros de facturas en el cajón.

Según los datos del Ministerio de Hacienda, el concello de Vigo acumulaba al cierre de 2015 un total de 2,3 millones de euros. En el primer trimestre de este año, sin embargo, esta cifra se redujo ya a 404.000 euros.

Ponteareas ocupa el cuarto lugar entre los concellos gallegos con mayor volumen de deuda pendiente de pago fuera del presupuesto. A pesar de tener solo 22.990 habitantes, acumula facturas en el cajón por 1,8 millones de euros.

Más pequeña es la localidad de Salvaterra de Miño, con solo 9.619 vecinos, y a pesar de ello cerró el pasado año con 1,2 millones de euros en recibos aparcados sin imputar a su contabilidad. En el primer trimestre de 2015 logró rebajar esta cantidad a solo 184.900 euros.

El sexto lugar es para Lugo, con 1,1 millones de euros en facturas guardadas en el cajón. Le siguen Arteixo, Moaña y Carballiño, con un millón pendiente de pago cada uno. Pontevedra ocupa el puesto número once, después de Laxe, con un saldo de 889.000 euros sin imputar al presupuesto. Y Ferrol es la única ciudad gallega que no guarda facturas en el cajón.

En cuanto a las diputaciones, es la de Lugo la que recurre más a este mecanismo extrapresupuestario para dejar aparcadas facturas que no puede pagar. Así cerró su presupuesto en 2015 sin incluir recibos por valor de 1,5 millones de euros.

En el caso de la Diputación de A Coruña la cifra fue muy pequeña, solo 313.000 euros, y en Ourense se limitó a 915 euros. En la corporación provincial de Pontevedra no tienen ninguna factura fuera del presupuesto.Y en el avance del Ministerio de Hacienda de los tres primeros meses de este año, ninguna diputación declara haber aparcado pagos pendientes en la llamada cuenta 413.

Pero no solo los ayuntamientos y diputaciones pueden utilizar este mecanismo para aplazar sus compromisos de pago a proveedores. También la Xunta deja fuera de su presupuesto facturas. En 2015 fueron casi 119 millones de euros.

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