GALERÍA | El fuego amenaza Arbo // Alfredo Hernández

La ola de incendios que devora Galicia desde el lunes no da tregua. Las fuegos arrasaron en tan solo cuatro días en los montes gallegos casi 6.000 hectáreas, la mitad de lo que ardió en la comunidad en todo el año pasado. Es como si de un plumazo las llamas redujesen a cenizas a más de la mitad de la superficie del concello de Vigo. La virulencia de las llamas obligó a la evacuación de más de 2.500 vecinos, aunque la mayoría de las familias ya regresaron a sus hogares tras terminar la alerta.

El foco ayer se mantuvo en la zona cero, la provincia de Pontevedra, donde el concello de Arbo fue el más castigado por la voracidad de las llamas, que calcinaron más de 1.500 hectáreas. Al cierre de esta edición diez incendios permanecían fuera de control, cuatro de ellos con amenaza para la población por su proximidad a las viviendas -en los municipios pontevedreses de Arbo y Crecente, y en los coruñeses de Santiago y Porto do Son-. Uno de ellos se inició a medianoche en el monte Pindo, en el concello coruñés de Carnota, un paraje natural que ya en 2013 sufrió la lacra de los incendios con 1.600 hectáreas arrasadas. Las altas temperaturas, el clima seco y los fuertes vientos se convirtieron en una combinación letal para los trabajos de extinción.

El foco de mayor magnitud de la ola de incendios de este verano es el de Arbo, que arrasó ya 1.515 hectáreas, según el balance provisional de la Consellería de Medio Rural. Activo desde última hora de la tarde el miércoles, cuando el viento soplaba con especial virulencia, el fuego se inicio en la parroquia de Mourentán.

VÍDEO | Vecinos de Arbo graban cómo se originan siete focos consecutivos en el monte. // Lito Arbo

Otros cinco fuegos se mantenían a última hora de ayer activos, fuera de control, pero sin grandes variaciones en cuanto a las hectáreas quemadas. Se trata de los incendios declarados en Vimianzo (70 hectáreas), Cee (180), Avión (345) y los dos de Soutomaior (en la parroquia homónima, 230 hectáreas, y en Arcade, 400). En la parroquia de Albeos, en el concello pontevedrés de Crecente, continuaban a última hora de ayer luchando contra un incendio que comenzó a las seis de la tarde del miércoles y que afecta a más de 200 hectáreas.

Los focos de Tenorio y Viascón, en Cotobade (365 y 40 hectáreas arrasadas, respectivamente); Lérez, en Pontevedra (17), Mondariz (200) y Caldas de Reis (300) se mantenían anoche bajo control, pero aún no habían sido dado por extinguidos, como sí lo ha sido el de Fisterra (tras quemar 28 hectáreas). A estos fuegos hay que sumar los ya apagados en Ribeira (81,7 hectáreas) y Cee (100).

Santiago y Porto do Son

En el norte el fuego tampoco da tregua. La Xunta mantiene la alerta máxima en los incendios declarados en Santiago (parroquia de Fecha) y en el de Porto do Son, donde han tenido que desalojar a unas mil personas, en su mayoría de viviendas de este municipio y otras que se encontraban en el camping de Baroña. Sin embargo, se ha podido desactivar la "situación dos" decretada el pasado miércoles en Cee, aunque este fuego seguía activo a última hora de ayer y había quemado ya unas 180 hectáreas.

GALERÍA | Medios trabajan en la extinción del fuego en Santiago // X.Álvarez

Los principales puntos de atención se concentran ahora, por lo tanto, en Porto do Son y Santiago. En la capital compostelana, el fuego ha arrasado ya unas 800 hectáreas desde su inicio a mediodía del pasado miércoles. La Xunta mantiene la alerta máxima "por precaución" pero los vecinos de la parroquia de Fecha que tuvieron que ser desalojados pudieron ya regresar ayer a sus casas. En Porto do Son la superficie afectada asciende a 880 hectáreas, según Medio Rural. El millar de vecinos desalojados fueron trasladados a la Casa da Cultura del pueblo y a pabellones deportivos.