La tensión creada en Podemos Galicia sobre su unión a la Marea en las elecciones autonómicas de octubre ha obligado a la dirección estatal a intervenir para calmar ánimos. El secretario de Organización del partido, Pablo Echenique, convocó al sector de la líder autonómica, Carmen Santos, y a los críticos del Consello Autonómico -que suman mayoría en el órgano- a un encuentro en Madrid el miércoles, en el que pidió reducir el ruido acerca de la fórmula jurídica de la confluencia y dejó la decisión final en manos de las bases, aunque abogó por que este último bloque pudiese intervenir en la formulación de la pregunta a los inscritos morados para decidir si se integran o no en la alianza que el sábado echará a andar con Anova, Esquerda Unida y las Mareas en Común.
Los problemas, en principio menores, para reeditar la alianza de las elecciones generales se han convertido en un obstáculo casi insalvable. El sector crítico de Podemos defiende la confluencia incluso asumiendo la integración en un partido instrumental de adscripción individual y, por tanto, sin siglas propias que previsiblemente saldrá aprobada en la asamblea del sábado en Vigo en que se constituirá la Marea. Por su parte, Santos descarta esa opción porque incumple las normas de Podemos y diluye sus siglas. Exige más peso y constituir de nuevo una coalición. De hecho, ya baraja no sumarse a una coalición En Marea, sino proponer una En Marea-Podemos, con sus siglas propias. Esa vía dificultaría la negociación de cuotas y elevaría el peso morado, por lo que en principio sería rechazada por sus socios.
La inclusión en la pregunta a las bases de la opción de partido instrumental constituye el reto de los críticos, si bien las fuentes consultadas coinciden en que Echenique pidió evitar esa vía y abogó por mantener la hoja de ruta interna, posponiendo la decisión sobre la alianza. En todo caso, reclamó apartar esa cuestión del debate. Al encuentro acudieron Juan Merlo, Tania Castro y Begoña Hermida del sector oficial. Los críticos estuvieron representados por el diputado Antón Gómez-Reino, Luca Chao y Ares Jiménez.
Podemos celebra mañana por la tarde una asamblea ciudadana en Santiago donde decidirá si Santos acude al cónclave "constituyente" de En Marea y previsiblemente se planteará el cronograma de la consulta.
Los potenciales socios ya han elevado el tono hacia Podemos. El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, advirtió a Santos de que la "generosidad" necesaria para constituir una alianza no significa "sumisión", en respuesta a su demanda de más peso en la confluencia y su rechazo a crear un partido instrumental. "Si alguien se mueve en la foto, pierde el que se mueve y el proceso", alertó. "Es un momento histórico y hay que estar a la altura de las circunstancias [...] La gente lo que espera es que no se den pasos atrás", añadió, informa Europa Press.
Santos no se calló, evidenciando la dificultad para sellar un acuerdo. "La generosidad no pasa por la creación de un partido instrumental, sino por hacer un buen proyecto", respondió. "La unidad de las fuerzas progresistas no pasa por que Podemos se integre o diluya en un nuevo partido de ámbito gallego. Ni la unidad popular es una estrategia de marketing o una suma de votos", alegó la líder morada.
Mientras, en Podemos el debate está polarizando a la militancia. La corriente Xuntos Podemos, que encabeza Carlos Armada, y responsables locales de Arzúa, Xosé Zapata, y Ames, Eusebio Ónega, defendieron que su partido se presente en solitario a las elecciones autonómicas. El primero pidió el "cese" del diputado Antón Gómez-Reino por oponerse a Santos y el último acusó a los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol de "traición" y de lograr sus cargos gracias a que "la gente pensó que votaba Podemos" cuando se decantó por sus respectivas mareas, aunque esta decidió no participar en las municipales con su marca.
