En San Clodio, en Ribas de Sil (Lugo) se superaron ayer los 41,2 grados. Fue en esta localidad donde ayer cinco operarios resultaron heridos, uno de ellos grave, mientras luchaban contra un incendio. Según informó la Consellería de Medio Rural y señaló la responsable del departamento, Ángeles Vázquez, tres de los trabajadores sufrieron quemaduras tras producirse un "cambio en la dirección en el viento" que provocó "una variación brusca del sentido de las llamas". Uno de ellos, un conductor de motobomba, se encuentra grave y fue trasladado de urgencia al hospital de A Coruña.
El resto de los heridos por el "cambio de viento", en este caso de carácter leve, son un técnico y un agente que también sufrieron quemaduras de diversa consideración. Los otros heridos, también leves, fueron otro conductor de motobomba que presenta contusiones tras volcar el vehículo que conducía y un peón que sufrió un golpe de calor. Todos fueron trasladados a hospitales de Monforte y A Coruña. La conselleira admitió que ayer "no fue un buen día para Galicia, sobre todo cuando se habla de heridos". Explicó que los "cambios de viento" y "complicaciones" por las altas temperaturas propiciaron el suceso.
El incendio en el concello ubicado al Sur de Lugo, en zona de alerta naranja ayer por las elevadas temperaturas, comenzó a las 15.43 horas de ayer y quedaba estabilizado en torno a las 20.05 horas. Las primeras estimaciones provisionales apuntan a una superficie afectada de 15 hectáreas. Al lugar se desplazaron dos técnicos, cuatro agentes, diez brigadas, cuatro motobombas, una pala, cinco helicópteros y dos aviones.
Un poco más al Sur, en la provincia de Ourense, el Concello de Lobios, en la parroquia de Torno, sufría asimismo ayer el embate del fuego y también uno de los peones que trabajaban en el lugar sufrió un golpe de calor y tuvo que ser trasladado a un centro médico en Bande, aunque luego recibió el alta y pudo irse a su domicilio. La Xunta explica que el incendio, que a última hora permanecía activo y es ya el mayor en lo que va de verano en la provincia de Ourense, se inició ayer al mediodía a las 14.30 horas y las últimas estimaciones provisionales señalan que la superficie calcinada es de 35 hectáreas. En su control, según la Xunta, trabajan un técnico, cuatro agentes, 12 brigadas, 8 motobombas, una pala, cinco helicópteros y dos aviones.
También en Lalín, en la parroquia de Lebozán, se registraba ayer otro incendio. En torno a las 20.00 horas la Consellería de Medio Rural informaba de que estaba controlado, pero que había calcinado ya 21,25 hectáreas, de las que 21 son de monte raso, tras iniciarse a las 13.16 horas. El fuego se reavivó tras afectar el pasado sábado a 15 hectáreas. La Guardia Civil investiga a un lalinense como supuesto autor de ese fuego por una imprudencia al realizar tareas agrícolas. En el dispositivo participan ayer un técnico, tres agentes, 12 brigadas, 6 motobombas, una pala, cinco helicópteros y un avión.
El Ministerio de Medio Ambiente indicó por su parte que había desplegado medios aéreos y terrestres para colaborar en la extinción del incendio de Lobios. Para ello envió dos aviones anfibios tipo Canadair, de 5.500 litros de capacidad de descarga, procedentes de Lavacolla, dispositivo que completó con una brigada de refuerzo de la basa de Laza que trabaja sobre el terreno. También ayudó en el fuego de Lalín con un anfibio Canadair.