Desde que en 2010 la Consellería de Educación estrenó la modalidad a distancia, con 100 plazas, el interés por este tipo de estudios, sin tener que acudir a clase, no paró de crecer. Fue así al menos hasta el año pasado, con más de 6.000 solicitudes presentadas en toda la comunidad para más de 2.000 vacantes para inscripción y seguimiento por parte de institutos gallegos. Con las peticiones que se acaban de presentar de cara al próximo curso se percibe un descenso en el número de personas que prueban suerte para Grado Medio, pasando de cerca de 3.000 a 2.300, lo que supone una caída del 20%.
No ocurre así, no obstante, con Grado Superior, que mantiene las solicitudes por encima de las 3.000, como el año pasado por estas fechas. La falta de tiempo, la necesidad de buscar empleo o, en el caso más optimista vinculado al cierre de ciclo, la fortuna de encontrarlo son factores que pueden influir en la relajación de los estudios a distancia.
Teniendo en cuenta la bajada en solicitudes, con los primeros datos, en Grado Medio, el equipo de candidatos es muy superior a las plazas disponibles, ya que la Formación Profesional a distancia también está vinculada a un centro formativo o centro integrado de Formación Profesional, al conllevar un seguimiento por parte de los docentes, tutorías y exámenes.
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En Grado Medio son casi tres veces más solicitudes que plazas, teniendo en cuenta las 2.300 solicitudes y las 850 plazas disponibles, según datos de Educación, para el próximo curso. En Grado Superior hay habilitadas más plazas a distancia que en Grado Medio. Son 1.400 y el número de solicitantes supera ligeramente los 3.000. Cabe precisar que el proceso de matriculación del alumnado en este segmento no es igual al general ya que, parte de los candidatos, solicitan enseñanzas por módulos, que no se corresponde exactamente con un curso presencial.
Con las solicitudes de Grado Medio y Grado Superior, el descenso de solicitudes se suaviza, en el conjunto, con una caída del 10%. Observando ambos niveles, el número de plazas no presencial para candidatos de todas las edades asciende para el próximo curso a 2.250, cien más que el curso pasado. Así como la demanda creció, también la oferta mantuvo una evolución siempre al alza en los últimos años: desde las 100 de 2010, subió a 500 y en 2013-2014 eran 1.500. El año pasado se ofertaron 2.150.
A través de una plataforma virtual el alumnado puede seguir la programación del curso, con recursos para el estudio, material para distintos módulos o actividades organizadas por el profesorado.
El modelo a distancia se inició en la comunidad con Gestión administrativa, Emergencias sanitarias, Administración y finanzas o Educación Infantil. Las opciones en estos momentos son mayores, con varios de la rama sanitaria, como Farmacia y Parafarmacia; Sistemas Microinformáticos y redes; Atención a personas en situación de dependencia o Instalaciones de Telecomunicación, entre otros, en Grado Medio.
Proyectos de obra civil también se incorporó a estos estudios, además de Desarrollo de aplicaciones web, Construcciones metálicas o Transporte y Logística.
Las prácticas no son exclusivas de los ciclos presenciales. El alumnado que estudia a distancia también tiene que hacer prácticas en los centros formativos en los que se matricula. La parte práctica es necesaria para superar los estudios.
