Las 25 patrullas que vigilarán zonas forestales de Galicia incorporarán drones, naves no tripuladas de corto alcance, para evitar los fuegos. Esta es una de las grandes novedades de la campaña contra incendios de este año de la Consellería de Medio Rural. Representantes de la Xunta y del Gobierno central se reunieron ayer en Santiago para coordinar el operativo que incluye 7.000 efectivos, equipados con 360 motobombas y 30 dispositivos aéreos. La campaña de alto riesgo comenzará el 1 de julio.

El Ministerio de Defensa desplazará una sección de la unidad militar de emergencias a la base de Morillo, en Pontevedra, y tendrá tres aviones estacionados en el aeropuerto de Lavacolla para tareas de supervisión y extinción. Además, en caso de necesidad, Galicia podría disponer de los 2.500 efectivos de las 29 secciones y de 13 aviones del Ministerio de Agricultura.

Representantes del Gobierno central indicaron que habrá un refuerzo de Policía y Guardia Civil tanto en patrullas a caballo para tratar de frenar el número de incendios provocados. A preguntas sobre las denuncias de sindicatos y agentes forestales acerca de los medios contra el fuego, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, defendió ayer que "no decayó el esfuerzo respecto a otros años, porque no decayó el peligro".