Hasta hace muy poco, desde la Xunta se resistían a modificar su previsión del crecimiento de Galicia para este año. La Consellería de Facenda siempre defendió que se trataba de un pronóstico prudente, el 2,5%, estimado a partir del consenso de organismos públicos y privados. Y todo apuntaba a que podría conseguirse a la vista de la evolución de los tres primeros meses del año, con un alza trimestral del 0,7% y del 2,8% en la comparativa anual. El dato sobre lo que podría ocurrir de cara el final de ejercicio se mantenía sin cambios. Hasta hoy. El presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, acaba de anunciar que la previsión mejora tres décimas y se sitúa en el 2,8%.

De cumplirse, sería un importante acelerón para el Producto Interior Bruto (PIB) regional, que el pasado 2015 avanzó un 2,1%, según los cálculos del Instituto Galego de Estatística (IGE). El principal motor de la economía gallega en lo que va de año está siendo el consumo, que creció un 0,5% en el caso de la demanda de los hogares, aunque a distancia del ritmo con el que aumentaba en los últimos meses del pasado año, un 0,8%. El nuevo cálculo de la Xunta supondría mantener el diferencial con el crecimiento estatal, que el Gobierno fija en el 3,2%.

Durante una comida organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección, el presidente de la Xunta apuntó que también es posible que Galicia baje del 17% de tasa de paro a final de este 2016. En marzo se quedó en el 18,2%.