El apoyo a debatir una ley para dotar a Galicia de un concierto económico como el vasco o el navarro, medida que sin embargo denosta el PSdeG, ha hecho estallar la crisis soterrada que vive el grupo parlamentario socialista, tras las primarias para elegir candidato a presidir la Xunta. Las versiones sobre quién decidió votar a favor de la propuesta del BNG el martes divergen entre los socialistas y agitan sus convulsas aguas internas antes de que arranque la campaña de las generales esta medianoche.

La portavoz parlamentaria, Patricia Vilán, que ayer se estrenó en los duelos con el presidente de la Xunta en la Cámara, atribuye la decisión a todo el grupo parlamentario y niega haber recibido cualquier aviso de algún compañero sobre las consecuencias del voto de cara a la opinión pública. También niega el malestar que varios de ellos han transmitido en privado. "Ningún diputado me advirtió de nada", asegura.

Vilán sostiene que, "como siempre", la reunión de diputados del lunes, previa al pleno, se saldó sin quejas o rechazo por parte de ningún diputado a votar a favor de la proposición de ley del Bloque y que tampoco se produjeron después. "Fue el grupo el que decidió votar a favor de la toma en consideración y que fuese el portavoz de área el que marcase el criterio del grupo, que es el mismo que el del PSdeG", añade en alusión al diputado Juan Carlos González Santín, ausente del encuentro del lunes.

Ambos, sin embargo, charlaron más tarde sobre el asunto. Vilán elude comentar el contenido de la conversación, pero mantiene la ausencia de advertencias. El parlamentario lucense asegura que "se debió votar en contra" y que así lo transmitió a la portavoz, pero que acató la disciplina de la dirección del grupo.

La versión de la portavoz parlamentaria también choca con la de varios de sus compañeros consultados por este diario, que matizan que en la reunión del lunes no se llegó a votar el respaldo a la propuesta del BNG. Explican que la cuestión se abordó con pocos diputados presentes, y no hubo discusión. Además, aseguran que en todo caso sí hubo posteriormente advertencias a Vilán del "malentendido" que podría causar en la opinión pública apoyar el debate de una idea que rechazan.

La portavoz, según estas fuentes, respondió que el martes tomaría una decisión, finalmente favorable a la toma en consideración de la iniciativa del BNG. A este diario, declaraba ayer que no consultó la misma ni con la gestora dirigida por Pilar Cancela ni con Xoaquín Fernández Leiceaga, candidato de su formación. La dirección del grupo envió tras la reunión del grupo parlamentario a sus diputados un correo informando del sentido del voto en el pleno.

Vilán aseguró que abordó la polémica con Leiceaga, pero tras la votación en el pleno. La recién estrenada portavoz parlamentaria del PSdeG reconoce las dificultades comunicativas de su formación para transmitir la coherencia de su postura. "Una cosa es aceptar el debate y otra estar de acuerdo con lo que se debate. A lo mejor, desde fuera incluso yo no lo hubiese entendido porque no se sabe si estamos a favor o en contra", asume. Compara la situación con la de un abogado que acepte la defensa de un criminal confeso. "Estaría en contra, pero ,como letrada, lo defendería porque es mi trabajo", compara con el aval a la tramitación de la iniciativa del Bloque.

Finalmente, Vilán niega cualquier vínculo entre esta polémica y las primarias en que Leiceaga venció a su antecesor en la Cámara, José Luis Méndez Romeu. Los afines al primero han copado ahora la dirección del grupo en la Cámara en detrimento de los los más cercanos al último, que además son mayoría.

Leicega, que ya se desmarcó del contenido de una iniciativa, quiso apartar ayer el foco sobre un voto que, aunque carece de trascendencia legal porque el PP tumbó la iniciativa del Bloque, ilustra las grietas socialistas. "Es una cuestión formal para facilitar la toma en consideración, pero en el fondo no hay ninguna duda de que estamos en contra", declaró ayer.

Menos claro se mostró el presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, quien pidió saldar el "déficit histórico" con la financiación gallega. "No sé si es un concierto, tipo foro vasco o navarro, pero algo habrá que mejorar", añadió. Su partido se opone este sistema porque podría reducir en 1.000 millones anuales la financiación de Galicia.