El presidente del PPdeG y de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, puso ayer su mayoría absoluta como ejemplo de la estabilidad que necesita España a partir de las elecciones generales del 26. "Quiero que España mire a Galicia", explicó sobre la "libertad" que le otorga no necesitar pactos con ninguna otra formación para gobernar, tras lograr dos mayorías absolutas en 2009 y 2012. Pero no se quedó ahí y aprovechó para lanzar la precampaña autonómica: "Soy el único candidato sin las manos atadas".

Ante los miembros de la junta directiva del PPdeG, Feijóo reivindicó la "unidad" de su partido frente a PSdeG, Mareas y Ciudadanos. "No soy candidato porque así lo decida la UPG, ni porque hiciésemos un apaño en el despacho de Ferraz de Pedro Sánchez, ni de quita y pon como el de Ciudadanos, ni porque tenga el visto y place del señor Pablo Iglesias", espetó mezclando cuestiones vinculadas a las elecciones generales y a las autonómicas.

También pidió el apoyo para Mariano Rajoy en un intento de salir reelegido por dos motivos. El primero, por una gestión positiva -"ahora se habla de cómo se reduce el paro", sostuvo- y el segundo, por su condición de gallego. "Es uno de los nuestros", alegó.

El fantasma del rescate

Además, advirtió que otra alternativa supondría "volver atrás" en un momento histórico" en que España "empieza a superar las dificultades". "Si España tuviese que enfrentarse al riesgo de un rescate", indicó sobre la situación de 2011 cuando el PP logró el poder, "con el PSOE, Podemos y Ciudadanos el fracaso sería seguro". De hecho, anunció nuevos recortes si el PP no gobierna, a pesar de que España ha incumplido el déficit público comprometido otra vez y se enfrenta a una multa por parte de la UE.

En su discurso, Feijóo también quiso alertar de la urgencia de que España cuente con un gobierno y reclamó a los suyos que transmitan ese mensaje para "subsanar el tiempo perdido" desde el 20-D, del que culpó al resto de partidos.