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Impuesto sobre Bienes Inmuebles

Los "catastrazos" disparan el valor de los bienes urbanos y rústicos gallegos a casi 100.000 millones

El incremento de los valores catastrales se duplicó con el rastreo de propiedades oculta y la subida exprés del Gobierno -La media de las viviendas supera ya los 40.000 euros

En plena crisis del ladrillo, a la decisión del Gobierno de apretar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para dar oxígeno a los diezmados presupuestos de los ayuntamientos se unió el "procedimiento de regularización catastral" que el Ministerio de Hacienda abrió en 2013 y que está en vigor hasta este 2016 con el objetivo de rastrear propiedades ocultas para incorporarlas a los registros oficiales y, por tanto, que pasen a tributar. Doble golpe para el contribuyente. Porque el alza del IBI, además de una subida de los tipos del gravamen, incluía la posibilidad para los concellos que lo solicitasen de una revisión exprés de la tasación de edificios y parcelas para adecuarlas a la situación actual del mercado. Porque en la mayoría de casos los estudios a fondo que reflejan en los municipios, zona por zona, el importe de los inmuebles, son antiguos, están desfasados y su renovación lleva mucho tiempo. Entre una y otra medida, los llamados "catastrazos", los valores en Galicia se han disparado en los últimos tres años. Por encima de los 11.000 millones de euros, según los últimos datos actualizados por la Dirección General del Catastro, con información ya de los valores aplicados para cobrar el IBI el actual ejercicio.

El total en bienes urbanos alcanza los 96.479 millones de euros. Son casi 3.200 millones más que en 2015, un incremento del 3,4%. En comparación con los valores previos al arranque del proceso de regularización, la subida es del 11,5%, unos 9.930 millones de euros. En la evolución hay que tener en cuenta la posible influencia de las altas de nuevos edificios, al margen de aquellas realizadas de oficio por el rastreo del organismo dependiente de Hacienda. Pero son cifras muy simbólicas. La variación neta del parque de viviendas -el activo de mayor peso en el Catastro- ronda las 1.300 anuales desde 2013 en la comunidad, según el Instituto Galego de Estatística (IGE). En 2007 se alcanzaron las 34.380.

El efecto de los "catastrazos" en la evolución de los valores sobre los que luego se repercute el IBI de los concellos es más que evidente. Entre 2006 y 2010, los incrementos fueron enormes al calor de los últimos coletazos de la burbuja inmobiliaria. Casi 5.000 millones de euros más por año. Luego, entre ese momento de inflexión, cuando el sector de la construcción tocó suelo, y 2013, el crecimiento medio se situó en 1.900 millones. Con la puesta en marcha de la regularización de Hacienda y las revisiones exprés autorizadas por el Ejecutivo central, el valor catastral de los bienes urbanos en Galicia pegó otro subidón, a un ritmo de 3.300 millones de euros por ejercicio. Un 74% por encima de lo que venía siendo normal en esos años anteriores por la propia atonía del mercado inmobiliario.

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Con los activos rústicos sucede más de lo mismo. Hay un antes y un después claro con los "catastrazos". Entre 2010 y 2011 los valores de Galicia en suelo que no es urbano aumentaron en 88 millones de euros; en 60 millones al ejercicio siguiente; y en 129 ya en 2013. Una vez activada la regularización, el incremento escaló a más de 353 millones en 2014 y otros 419 millones en 2015, la última campaña publicada por la Dirección General del Catastro. El aumento, por lo tanto, a la espera de ver los resultados de 2016, roza los 800 millones, un 28% más.

El número de inmuebles que existen en Galicia creció poco más de un 1% en el último año, hasta los 2,819 millones. La inmensa mayoría, cinco de cada diez, son de uso residencial. Exactamente, 1.586.049, que suman un valor catastral de 64.007 millones de euros, el 66% del total. De media, cada uno ronda los 40.357 euros. El enésimo récord en la región. Y con una tendencia al alza -un 10,5% más que hace tres años- que se aleja de la evolución que están siguiendo los valores de las viviendas en el conjunto del Estado. En ese caso, a la baja desde 2013, con una caída acumulada del 2%.

28.200 viviendas más, casi 30.000 almacenes y 1.300 espacios deportivos

  • ¿Cuántos de los bienes nuevos lo son realmente, a estrenar, y cuántos simplemente estaban sin declarar? Es difícil realizar la criba, pero en la evolución hay que tener en cuenta la coyuntura económica, el freno a la actividad y, por lo tanto, en la ampliación de las instalaciones de todo tipo. Algo que afecta de lleno al mercado inmobiliario, donde todavía no se ha dado salida al excedente de obra acumulada en la etapa de vacas gordas. De hecho, entre 2013 y este 2016 el número de propiedades residenciales que accedieron al Catastro en Galicia alcanza las 28.200. En tres años. Muy lejos de, por ejemplo, las 30.300 anotadas en solo un ejercicio, entre 2009 y 2010.La regularización de Hacienda no afectada solo a propiedades escondidas. También a "alteraciones" en las que estaban en el Catastro con una tasación supuestamente inferior a la que deberían. Y eso se nota en las estadística. En todas las categorías de bienes el incremento de valor es notable, incluso en aquellas con menos activos que hace tres años. Así, hay un incremento del 8% en almacenes, unos 29.900 más, pero el alza del valor catastral es de casi el 10%. En establecimientos comerciales el número aumenta un 1% y el valor un 7,5%. En locales de ocio y hostelería, los inmuebles se elevan un 14% y su importe para el Catastro un 19%. Especialmente llamativos son los casos de recintos industriales: un ascenso del 0,9% -880 más-, pero del 13,5% en el valor; y los deportivos, que crecen en 1.300 (32%) y el valor un 26%.

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