El ladrillo necesitó en Galicia siete años de larga digestión para tocar fondo y aliviar los desorbitantes precios que el mercado alcanzó durante la etapa de la burbuja. El metro cuadrado llegó a cotizar en la comunidad a 1.571,7 euros, su máximo histórico, en el primer trimestre de 2008. A partir de ese momento y hasta el pasado 2015, que marcó el punto de inflexión en la actividad, no dejó de caer. Ahora se paga a 1.197,5 euros tras registrar el mayor encarecimiento en todos los años que van del pinchazo del sector, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Fomento.
La subida durante el primer trimestre del actual 2016 en comparación con el mismo periodo del año anterior fue del 2,6%. El quinto mayor incremento entre todas las comunidades y dos décimas por encima de la media estatal, del 2,4%. Solo superan el aumento de precios de Galicia las comunidades de Baleares (9,6%), Cataluña (4,9%), Madrid (4,2%) y Extremadura (3,7%). En Valencia y Canarias el alza se situó en el 2,4%; un 2% en Castilla y León; del 1,7% en Asturias; un 0,8% en Murcia; un 0,2% en Andalucía; y un 0,1% en Navarra. Los precios aguantaron sin cambios en Castilla-La Mancha. En el resto de regiones se mantienen a la baja. Cayeron un 0,3% en Ceuta y Melilla; un 0,6% en Aragón; un 1,3% en Cantabria; un 1,9% en País Vasco; y hasta un 2,1% en La Rioja.
Con este cambio de tendencia, los pisos en Galicia se mueven en valores parecidos a los que rondaron en 2014, aún en plena resaca inmobiliaria. Los encarecimientos durante 2015, el primero de los años con evolución al alza, fueron mucho más discretos. Apenas superaron el 1% de ascenso. Aún así, en relación al récord de 2008, el metro cuadrado en la autonomía acumula un descenso cercado al 24%. Una caída notable, pero menos intensa que la que arrastra el mercado en el conjunto del Estado. Los precios son un 29% más bajos que hace ocho años: de 2.101,4 euros a 1.492,4 al cierre de marzo.
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La diferencia en el metro cuadrado entre la media nacional y Galicia se queda en 295 euros. Es la séptima comunidad más barata para adquirir una casa, según la información de Fomento. Algo, el precio, que por supuesto varía mucho en función de la antigüedad. En aquellas viviendas que no llegan a los cinco años, el metro cuadrado va hasta los 1.436,4 euros, con una caída trimestral del 1,3% y una subida del 0,8% sobre los valores de hace un año. En el caso de las que superan los cinco años, el metro cuadrado está en 1.197,5, después de que se haya encarecido un 1,3% respecto a diciembre y hasta un 2,9% en un año. Lo que confirma que la vivienda de segunda mano es la que mejor se está recuperando en Galicia, pese a que es la región en la que los pisos usados pesan menos en el total de ventas, el 59%, concretamente, como recoge el anuario de 2015 del Colegio de Registradores de España.
El comportamiento de los precios es muy diferente entre las principales urbes de la comunidad. Las estadísticas de Fomento recogen las cifras de las que cuentan con más de 25.000 habitantes. A la cabeza del metro cuadrado está A Coruña, con 1,595,3 euros, con un incremento anual del 4,6%. A continuación aparece Santiago, con 1.518,4 euros y un descenso del 3,7%. En tercer lugar está Vigo, donde el metro alcanza los 1.292,2 euros tras una rebaja desde el primer trimestre del pasado año del 0,8%. Los abaratamientos más contundentes están en Pontevedra, del 9,4%; Ourense, con una caída de los precios del 8,5%; Redondela, donde fue del 6%; y Ferrol, un 4%. Los mayores avances se localizan en Arteixo, con un incremento de los valores del 9,4%; y Marín, un 6,3%.
Hipotecas estancadas
En paralelo, en Galicia se firmaron en marzo un total de 1.216 hipotecas, de las que 810 eran para la adquisición de viviendas. El total de préstamos en el primer trimestre alcanza los 3.916, un 9,1% menos que entre enero y marzo de 2015. En el caso concreto de las solicitudes para afrontar el pago de un piso, son 2.494, un número muy parecido al de un año antes. El alza es de solo el 0,6%. En el conjunto del Estado los préstamos hipotecarios escalaron un 21,6%.
