Si los médicos en general defienden que más vale prevenir que curar, los expertos en las nuevas tecnologías los emulan al abordar el uso abusivo de la red por los adolescentes. Y dado que en casi todos los casos se trata de menores de edad, los consejos de los especialistas se dirigen no solo a los chicos, sino sobre todo a sus progenitores, que deberían supervisar qué hacen sus hijos y también, como apunta el catedrático José Raposeiras, darles ejemplo a través de un uso responsable del móvil.

Entre otras recomendaciones, instan a los padres, como hace el psicólogo social Antonio Rial Boubeta, a controlar los contenidos a los que acceden los menores. Incluso existe software que permite esa supervisión. Desde el Instituto Campus Stellae aconsejan también navegar de vez en cuando con los menores para averiguar cuáles son sus preferencias y conocer los contactos de los niños y de las contraseñas que utilizan. El diálogo con los menores es básico.

Al tiempo, señala Rial Boubeta, el acceso a internet debe estar delimitado, en tiempo y espacio. Sugiere ubicar el ordenador en una zona común del domicilio y poner un tope al tiempo que los chicos pueden estar conectados -no más de dos horas-. Además, es partidario de impedir que los chicos se lleven los dispositivos (incluido el móvil) a su cuarto de noche. De entrada, explicó a este diario, "un niño de 8 o 9 años no debería tener un smartphone".

En unas jornadas celebradas en Santiago a instancia de la Valedora do Pobo, los aconsejados fueron los menores. La community manager de la Policía Nacionalcommunity manager , Carolina González, transmitió a los chicos un mensaje claro: "Piénsalo bien antes de darle al clic". Porque en el seminario salieron a relucir prácticas de sexting, que pueden acabar en extorsión. En la jornada los expertos convocados defendieron la prevención como regla básica y en esa línea conminaron a los chicos y chicas a evitar el sextingsexting, les aconsejaron no aceptar invitaciones de desconocidos en las redes sociales, evitar la divulgación de claves y datos personales, no contribuir a la difusión de contenidos íntimos de otros, denunciar casos de acoso si la víctima no se atreve, no ceder ante posibles chantajes, establecer un acuerdo con los padres sobre el uso de internet o el potenciar la conversación personal cuando se trata de temas íntimos.