La polémica reforma impulsada por el Ministerio de Industria que dejó a las renovables sin las primas que cobraban por el elevado coste y su contribución a la lucha contra el cambio climático dejan "nublado en el tiempo" el desarrollo del sector. Lo dice el presidente de Red Eléctrica de España, José Folgado, que condiciona el incremento de la potencia instalada en fuentes limpias como los más de 2.300 megavatios (MW) en eólica que acumula Galicia a los avances en las interconexiones internacionales. Los enlaces con Portugal y, sobre todo, con Francia, permiten dar salida a la elevada producción de renovables en España. Pero por el momento la capacidad de exportación e importación con el país galo es muy baja. A medida que esa capacidad aumente, crecerá también la entrada en funcionamiento de nuevas instalaciones de renovables, con un despliegue, según Folgado, "impresionante a medio plazo".

Durante la rueda de prensa previa a la Junta General de Accionistas de la compañía, el presidente, que deja las funciones ejecutivas en manos del consejero delegado, Juan Lasala, defendió el mantenimiento del servicio de interrumpibilidad, por el que grandes industrias consumidoras como Alcoa aceptan que se les pueda cortar el suministro a cambio de un descuento en el recibo. El director general de Operación, Miguel Duvinson, reconoció que lleva 10 años sin usarse. El coste anual alcanza los 500 millones de euros. "Es necesario. Es como un seguro de incendios en una casa", justifica Duvinson. Folgado rechaza que las autoridades europeas puedan calificarla de ayudas de Estado. "No, mientras no exista una unión completa de la UE en energía con las interconexiones", sostiene.