La población gallega ha experimentado durante el siglo XX un proceso acelerado de concentración que continúa en el XXI: cada vez más gente habita en menos espacio, dejando tras de sí una inmensa superficie casi vacía. Si en 1900 tres cuartas partes de los habitantes de la comunidad se expandían por el 90 por ciento de su territorio y en el diez por ciento que quedaba vivía el otro 26%, en poco más de cien años las cifras casi se han invertido y ahora apenas un tercio de los ciudadanos se extiende por el 94% de la superficie. El resto, el 67,7%, se aprieta en el 6,2% restante. El rural se ha ido despoblando y han ido ganando peso las ciudades y las villas y sus alrededores, que se reparten a 1,8 millones de gallegos. Con todo, son las siete urbes las que asumen principalmente la carga: en el 0,7% que representan de la superficie total de la comunidad gallega dan alojamiento a 971.271 gallegos.
Ese es el panorama que dibuja el Instituto Galego de Estatística, que acaba de elaborar una clasificación de las parroquias gallegas según su grado de urbanización y las divide en zonas densamente pobladas (ZDP), zonas intermedias (ZIP) y zonas poco pobladas (ZPP), lo que sería, señalan, equivalente, respectivamente, a ciudades, villas y alrededores y áreas rurales. Los datos, explica el IGE, permiten constatar que el grado de urbanización de Galicia clasifica en la tercera categoría, la de poco poblada, "la mayor parte de su territorio". En concreto, el 93,7%, 27.716 kilómetros cuadrados, donde vivirían sin tener que rozarse el 32,3% de los ciudadanos (892.367 personas, según el censo de 2011). De ellos, medio millón habitarían (según una subdivisión que realiza el IGE) en las zonas más despobladas de Galicia.
El 32,5% de los gallegos, más de 896.000, ha optado en cambio por convivir en un espacio 17 veces más pequeño, de 1.635 kilómetros cuadrados -el 5,5% del total de Galicia-. Pero todavía viven un poco más apretados los que ubicaron su hogar alguna de las siete ciudades gallegas. En ese caso, prácticamente un millón de personas se las apaña en un área que no llega a los 220 kilómetros cuadrados. En 1900, según un informe elaborado por la Fundación BBVA, la situación era muy diferente y era en torno a un 26% la población que residía en el 10% del territorio más densamente poblado.
La clasificación dibuja una Galicia donde la balanza poblacional se inclina hacia el eje atlántico. En el caso de Pontevedra, el IGE localiza 16 parroquias que categoriza como zonas densamente pobladas, todas ellas acaparadas por los concellos de Vigo, Pontevedra y Poio. En A Coruña serían también 16, en las tres ciudades (A Coruña, Santiago y Ferrol), junto a Narón, Oleiros, Cambre y Culleredo. En las provincias del interior el paisaje cambia. Ourense solo tiene cuatro parroquias donde un 50% o más de la población vive en conglomerados de alta densidad (igual o superior a 1.500 habitantes por kilómetro cuadrado), en Ourense y el vecino concello de Barbadás, mientras que en Lugo solo la propia ciudad de la Muralla encaja en esa categoría.
En su estudio relativo a 2016 el IGE clasifica según su grado de urbanización un total de 3.794 parroquias y nueve de cada diez encajan en el rango de poco pobladas, aunque el porcentaje varía según la provincia. Oscila entre el mínimo de Pontevedra (donde suponen el 75%) y el máximo de Lugo (con el 98%). En Ourense representan el 97,6% y, en A Coruña, el 86%.
Entre las áreas donde más se aglomera la población y aquellas en las que puede expandirse a sus anchas se sitúan las zonas intermedias (villas y alrededores). En esa categoría el IGE afina más y separa las que tienen más del 50% de su población en conglomerados con una densidad igual o superior a los 500 habitantes por kilómetro cuadrado y el conjunto con una población mínima de 10.000 habitantes (ZIP alta) de las que no cumplen esa condición (ZIP baja). En Pontevedra, se contabilizan 77 parroquias de ZIP alta y 72 de baja; en A Coruña las primeras son 53 y las segundas, 54; en Lugo, serían, respectivamente, 8 y 10, y en Ourense, 11 y 7.
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Un mapa escorado hacia la izquierda
- Las Rías Baixas son el destino favorito de los gallegos para asentarse. El mapa de parroquias que resulta de la clasificación del IGE según su grado de urbanización está escorado hacia la izquierda, no solo porque cuatro de las siete ciudades de la comunidad se ubican mirando al Atlántico, sino también por el peso de las zonas intermedias más densamente pobladas, que predominan en la costa de Pontevedra.Entre los concellos donde se localizan las parroquias que concentran más habitantes en esta provincia estarían, aparte de los de Vigo y Pontevedra, Baiona, Bueu, Cambados, Cangas, Marín, Moaña, Mos, Nigrán, O Porriño, Poio, Sanxenxo, Redondela o Vilagarcía de Arousa.En A Coruña, aparte de la ciudad herculina y la capital gallega destacan, entre otros, Boiro, Noia, Ribeira, Fene, Arteixo, Cambre, Culleredo, Teo, Ames o Mugardos. En Ourense, además de la capital, sobresalen O Carballiño, O Barco de Valdeorras, San Cibrao das Viñas y Verín. En el caso de Lugo, despuntarían Monforte de Lemos, Sarria y Viveiro.
