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Xestur abona 13 millones por expropiaciones pendientes desde hace incluso diez años

Los pagos corresponden a adquisiciones de suelo realizadas durante la etapa del bipartito -La deuda financiera de la empresa pública asciende a 136,5 millones

Reunión del consejo de administración de Xestur. // X. Crespo

Ha sido necesario que transcurriera una década para que Xestur, la empresa de la Xunta que gestiona el suelo público, saldara con los antiguos propietarios las deudas que tenía pendientes con ellos por la expropiación de sus terrenos. Son en total 13 millones de euros lo que acaba de desembolsar, según informó ayer la Consellería de Infraestruturas e Vivenda al dar cuenta de la reunión del consejo de administración de Xestur donde se aprobaron las cuentas de la sociedad, participada en un 95% por el Gobierno gallego y el restante 5% entre las cuatro diputaciones provinciales, si bien la presencia de la de Pontevedra, con un 0,3%, es meramente testimonial.

El pago de las expropiaciones se incluyen en el plan de saneamiento de Xestur, que llegó a situarse al borde de la quiebra al alcanzar su deuda financiera los 180 millones de euros en su momento más delicado. Según la Xunta, entre los años 2014 y 2015, la empresa pública abonó 13 millones de euros por expropiaciones pendientes de la etapa 2005-2009, la legislatura gobernada por el bipartito y a quien el Ejecutivo de Feijóo echa la culpa de la deriva financiera que tomó la sociedad por la compra masiva de suelo y el recurso a los préstamos para ejecutar un excesibo plan de inversiones.

Al principio de esa legislatura eran cuatro las xestures que operaban en Galicia -una por provincia- y su deuda financiera rondaba los 30 millones de euros. Pero en 2008 se cerró el año con un pasivo financiero que se había disparado hasta los 180 millones de euros. Además, las cuatro sociedades habían adquirido compromisos de gasto que superaban los 900 millones de euros para desarrollar una treintena de actuaciones de suelo empresarial y residencial.

Pero estos ambiciosos planes de desarrollo de suelo se truncaron por la crisis y llevaron a las Xestur a una situación financiera crítica. Se compraron, con cargo a créditos bancarios, millones de metros cuadrados de suelo para construir parques empresariales que el mercado no compró al estallar la burbuja inmobiliaria.

Con ella, se fueron abajo todas las previsiones financieras para hacer frente a la devolución de los préstamos y también los compromisos para invertir otros 900 millones de euros.

Ante esa situación, la Xunta de Feijóo ejecutó en 2013 la primera operación de rescate para pagar la deuda y evitar la quiebra de la empresa pública. Integró las cuatro sociedades provinciales en una única Xestur y procedió a la inyección de 32 millones de euros en una ampliación de capital. La misma estrategia se repitió el pasado año, al inyectar otros 31,3 millones.

El plan de saneamiento incluyó también un nuevo préstamo de refinanciación por 135,6 millones de euros aprovechando las mejores condiciones del mercado, lo que le permitió ahorrar casi 15 millones en intereses. Y esos 135,6 millones son los que tiene ahora Xestur de deuda financiera, un 25% menos que el pasivo registrado en 2013, tras haber amortizado otros 45 millones en los dos últimos años, según informa la Xunta.

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