Viajes a Eurodisney o a la India, cruceros por el Rhin, pulpadas, comidas de jubilados, campamentos de verano para los hijos, endodoncias, tratamientos homeopáticos, ayudas a la vivienda, y en casos aislados también reparación de vehículo, pago del curso para patrón de embarcación o implantación de DIU liberador, todo esto y más sufragaba a sus empleados la Diputación de Lugo con cargo al acuerdo marco único para el personal de la entidad. Son casi 4,2 millones de euros que destinó el ente provincial entre 20O3 y 2015, bajo las presidencias de Francisco Cacharro y José Ramón Gómez Besteiro, y que ahora es objeto de investigación en el marco de la operación judicial Pulpo.

Hay gastos que los investigadores a las órdenes de la juez Pilar de Lara no acaban de encajar en el marco de ayudas sociales a los empleados de la Diputación y dudan de su legalidad o les parecen exagerados, por ejemplo el de viajes y comidas. Así les llama la atención que en la etapa de Cacharro, fallecido en 2015, se sufragaran viajes a los empleados entre los años 2003 y 2006 por 142.612 euros a la India, Eurodisney, Argentina o Benidorm. Con la llegada de Besteiro no se financiaron más billetes. Precisamente, el exsecretario xeral del PSdeG se agarra a estos viajes para querellarse contra la juez por prevaricación, pues asegura que en el auto se le imputa delitos que no pudo cometer porque datan de la época de Cacharro. Besteiro, tras los seis delitos que le imputó De Lara por este caso, sumados a los cuatro que ya tenía por el caso Garañón, se vio forzado a abandonar la carrera política.

Tanto Cacharro como Besteiro sí sufragaron comidas de funcionarios y jubilados de la Diputación con motivo del San Froilán y otras festividades de la capital lucense al abrigo del convenio social. El cheque para comidas en los cinco años investigados de Cacharro Pardo abulta hasta los 104.835 euros y en la etapa de Besteiro, de 2008 a 2015, la factura a restaurantes supera los 145.445 euros. El mayor gasto fue en 2009 con algo más de 71.000 euros y fue descendiendo progresivamente hasta los 2.620 euros de 2014 y los ceros euros del año pasado. En total, la Diputación habría pagado comidas varias a su personal por valor de 250.280 durante los últimos trece años.

El grueso de los gastos, con cargo al convenio social, según los datos analizados por la Udef, son en concepto de ayuda médica, y son "gafas graduadas, lentillas, protésis, medicamentos, audífonos, trabajos odontológicos, endodoncia, ortodoncia, empastes, cirugía refractiva láser para los ojos, acupuntura, y tratamiento homeopático, entre otros". Aunque el convenio incluye estos gastos, los investigadores destacan casos en ambas etapas, tanto con el PSOE como con el PP, de facturas muy abultadas para cualquier economía doméstica que al final corrían a cuenta del ente provincial: por ejemplo 8.879 euros por trabajos odontológicos varios para la mujer y el hijo de un trabajador en 2012, o 6.190 euros para ayudar en 2007 a otro empleado a pagar un tratamiento de medicina alternativa y la ortodoncia de su hijo. No son casos aislados.

De hecho,en el sumario se relacionan todos los nombres de los empleados que se beneficiaron de estas ayudas, una media de una decena de al año y destaca doce casos en los que habrían recibido más de 15.000 euros en ayudas a lo largo de todos los años analizados. Destaca una administrativa que habría recibido 67.045 euros para pagar los honorarios de abogados y unos 1.400 euros para la visita al dentista, compra de lentillas y operación láser de ojos. Una auxiliar de enfermería obtuvo 38.047 euros para gastos médicos varios para ella y sus hijos. Hay casos de ayudas tan abultadas atribuidas a un solo funcionario, un caso de 260.000 euros y otro de 42.706, que los propios investigadores dudan si era todo para ellos o eran intermediarios.