El Ministerio de Empleo lanzó hace tres años una ofensiva inspectora que pretendía indagar específicamente en la "estructura de contratación" de las empresas para conocer si cumplían la legislación. Por ello, elevó las visitas un 10% hasta alcanzar algo más de 6.500 durante el año 2013.

Los inspectores analizaban la causalidad de los contratos y si respondían a necesidades puntuales, así como si el trabajador había sido dado de alta anteriormente por si debía ser catalogado como fijo. Sin embargo, en 2014 las inspecciones descendieron un 17,4% hasta las 5.382.A nivel estatal, la reducción fue del 13,7% hasta las 77.207.