El PSdeG se encuentra en un estado de turbación tras la dimisión de su líder, José Ramón Gómez Besteiro, cuya carrera política ha quedado destruida, al menos de momento, tras acumular diez imputaciones por supuesta corrupción. A las puertas de las elecciones autonómicas, no existe consenso interno sobre el ritmo a seguir por la gestora que ha tomado las riendas de la formación para abordar el proceso con que dotarse de nueva dirección y candidato a la Xunta. Ahora mismo, existen dos velocidades: unos apuestan por la urgencia y otros, por la tranquilidad.

La sede de Ferraz y, por tanto, la gestora que tiene como responsable a Pilar Cancela, diputada y nombrada número 2 del PSdeG por Besteiro, se decanta por la calma. Prefieren no precipitarse y aguardar al desenlace dos condicionantes clave: el desenlace de la investidura del presidente del Gobierno y la decisión de optar a la reelección o dejar la política de Alberto Núñez Feijóo. Además, ninguna formación ha elegido todavía candidato a la Xunta.

El PSdeG siempre ha vivido del buen momento del PSOE a nivel nacional, por lo que si Pedro Sánchez consigue la Presidencia del Gobierno, en Galicia abordarán su renovación bajo un liderazgo fortalecido. Por el contrario, si Sánchez fracasa, las tradicionales cuitas internas se dispararán. Además, el movimiento de Feijóo también les permitirá conocer si tienen ante sí al que consideran rival más peligroso o si por el contrario su crisis se diluye ante el relevo del presidente de la Xunta desde 2009.

Sin embargo, algunas voces piden celeridad, pues creen que el PSdeG debe zanjar cuanto antes su caótica situación. La número 2 del grupo parlamentario, Carmen Gallego, declaró ayer que su partido debe "estar preparado pronto" con la "mejor candidatura y el mejor programa" para ofrecer una alternativa clara al PP, y recordó que si bien la gestora dispone de medio año para fijar el proceso para renovar la dirección, se trata de un plazo "de máximos" y no "de mínimos". Y dejó una advertencia sobre lo descolocados que quedarían si Feijóo adelanta los comicios. "Las elecciones autonómicas pueden ser en cualquier momento, es una facultad del señor Feijóo", indicó antes de rechazar las quinielas sobre posibles candidatos porque el cabeza de cartel deberá salir de unas primarias entre los militantes.

De ese proceso no paran de caerse nombres. Ayer fue el turno de la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y del presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos. Este último aseguró que su ambición política estaba "colmada" en su puesto, y la primera recordó que su compromiso de cuatro años en el concello. "La persona que se vea con ganas y fuerzas para liderar este proyecto tiene que dar un paso adelante, como había manifestado en su día Besteiro y a mí me parecía el candidato idóneo", añadió.

Por su parte, el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, que también se borra de esa carrera. Reconoció el "varapalo importante" del adiós de Besteiro y confió en que sea un "pérdida temporal" porque, de lo contrario, sería "irreparable" para el PSOE.

El envés de estas muestras de apoyo provino del alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, cuya expulsión del partido está en tramitación tras no votar a su partido en la Diputación de Lugo por el veto a su candidatura del BNG, respaldada por el PSOE. "Esa mantis religiosa llevó al partido a esta situación de descontrol y desconcierto", espetó sobre Besteiro. Confía en que la nueva dirección recobre "la prudencia y la coherencia"