Cada día medio centenar de trabajadores en Galicia se ven obligados a solicitar una baja laboral como consecuencia de un accidente de tráfico. La comunidad gallega registró en 2014 -el último año del que hay datos- un total de 2.789 bajas por esta causa, lo que representa el 11% de todas las incapacidades temporales concedidas en ese ejercicio en Galicia. La cifra supone además un 5% de las 54.416 bajas concedidas en toda España a trabajadores debido a siniestros ocurridos en la red viaria. Estos accidentes generan un coste laboral de 10,2 millones de euros anuales, según los datos de la Asociación Profesional de Empresas Formadoras de Seguridad Vial (Formaster).

Pero a esta cuantía que representan los trabajadores accidentados en desplazamientos in ítinere -para ir de casa al trabajo o viceversa- hay que sumar las cuantías de seguros e indemnizaciones, costes médicos y recursos sanitarios -hospitalización, rehabilitación, tratamientos y medicamentos- defensas jurídicas y peritajes. Al margen de las repercusiones económicas, desde Formaster añaden que estas bajas provocan "un descenso de la productividad en la empresa y el deterioro del clima laboral entre compañeros". Por eso, instan a las empresas a que se conciencien a sus empleados sobre los peligros de los accidentes en los trayectos casa-trabajo y trabajo-casa a través de cursos de prevención de riesgos laborales enfocados a la conducción que reducirían las bajas, según sus cálculos, en un 20%. En este sentido, la organización alerta de que solo una de cada diez empresas llevan a cabo planes de seguridad vial para prevenir los siniestros de circulación entre su plantilla.

La provincia de A Coruña concentró seis de cada diez incapacidades en la comunidad con 1.666 casos por un valor de 4,2 millones de euros, que representan el 40% del coste de los accidentes de este tipo. En segundo lugar se sitúa Pontevedra con 1.106 siniestros que costaron 4,1 millones. Las provincias atlánticas acaparan el 80% de las bajas por este motivo, mientras que el 20% se reparten entre las 284 concedidas en Lugo con un coste de 1,1 millones en 2014 y las 233 contabilizadas en Ourense, que acarrearon un gasto de 698.275 euros.

Las incapacidades laborales de este tipo suponen una media de 49 días de convalecencia por cada caso -11 jornadas más que las 38 de media en España- lo que provocó que se perdieran en total en 2014 unos 137.099 días de trabajo. En cuanto a los días de baja, Lugo y Pontevedra superan la media autonómica, con 55 y 50 jornadas respectivamente, mientras que A Coruña se queda en 48 y Ourense roza la media nacional con 40 días de descanso. Pero si se relaciona con la cifra de afectados, el número de días de trabajo perdidos asciende a 56.641 -un millar a la semana- en A Coruña, 1.346 más que los 55.295 registrados en Pontevedra. Los datos son menores en Lugo y Ourense, con 15.817 y 9.346 jornadas desechadas por bajas laborales por accidentes de tráfico.

Con variaciones según cada provincia, entre el 15% y el 28% de los fallecidos en 2014 por un accidente de trabajo en Galicia se dieron en siniestros de tráfico que, por tanto, se convierten en uno de los mayores riesgos laborales en la comunidad. Hasta el 97% de las incapacidades son lesiones consideradas leves. Y de ellas, el 53% se corresponden esguinces cervicales o dislocaciones debido a un accidente provocado por alcance trasero, frontal o lateral y por la mala colocación de la altura del reposacabezas. En el 22% de los siniestros se producen lesiones superficiales y en el 15% golpes en la cara o heridas leves en los ojos provocadas por cristales o trozos de plástico que saltan. Solo el 8% de las incapacidades se conceden por fracturas de huesos y el 5,5% por conmociones.