Ciertos momentos y lugares son más propicios que otros para que se produzcan roces. Los datos recabados por la Xunta permiten constatar que en el aula pueden darse situaciones conflictivas (un 10% lo percibe así), pero es más fácil que ocurran fuera. Casi una tercera parte de los niños de hasta 14 años apunta el recreo como uno de los escenarios de los "principales conflictos", mientras que solo la mitad de sus compañeros de Bachillerato o ciclos formativos ponen el punto de mira en los períodos de descanso.

Tanto los mayores como los más pequeños, en un 17,2 y un 15,9%, respectivamente, sitúan otro de los focos de conflictividad en los "alrededores de los centros". En esas zonas, la competencia sobrepasa a Educación, que, no obstante, intentará abordar medidas preventivas fuera de los recintos escolares en connivencia con los concellos y la Fegamp, según explicó el conselleiro.

Las redes sociales también son un entorno altamente conflictivo. Así lo perciben el 17% de los alumnos de FP o Bachillerato. Entre los estudiantes de obligatoria mencionan estos espacios de socialización virtual 11 de cada cien alumnos. Otro de los contextos más proclive a la colisión entre compañeros, así lo considera un 12,9% de los menores de 16 años y un 15,2% de estudiantes de postobligatoria, es la entrada y la salida del centro, y en torno a un 10% menciona también las entradas y salidas de clase. Los que hablan de las dificultades en el transporte escolar coinciden en ambos estadios educativos: un 7%. Un porcentaje similar de los niños alude al comedor.