Al TSXG no le convencen los argumentos de los acusados. Con respecto a sus versiones, los magistrados afirman que no aciertan "a comprender el empeño en parapetarse todavía tras la administración de medicamentos antihistamínicos", que no se encontraron, "pese a que se buscaron", alegan, en la autopsia, cuya validez el tribunal defiende.

Además, ven "contradictoria" la versión de Porto sobre la tarde de los hechos, un relato que, dicen, "se eleva sobre el vacío", mientras cuestionan que el "empeño" de Basterra se "enfoca a desvincularse de la administración de la medicina a la niña" y a asegurar que la tarde de su muerte "estuvo en su piso con entretenimientos varios" pese a que una testigo, a la que la Sala da credibilidad, lo vio en la calle con su hija. La Sala alude también a las declaraciones de los profesores para apuntar que "conocía" el "calamitoso" estado de Asunta en esos episodios.

El tribunal, que desgrana los "principales hitos de la prueba", desde la adquisición de Orfidal "en grandes cantidades" a la presencia "incontestable" de lorazepam en el cuerpo de la niña, rechazó que se hubiera vulnerado el principio de "in dubio pro reo" y defendió que el jurado efectuó "una ponderada e imparcial valoración de la prueba".