Una de las causas de la crisis del sector lácteo que padecen los ganaderos españoles -y sobre todo los gallegos al percibir los precios más bajos de toda España- tiene que ver con el desequilibrio de la oferta y la demanda en el mercado comunitario debido al aumento de la producción láctea en los países de la Unión Europea (UE) en el último año, al mismo tiempo que continúan cerradas las puertas al mercado ruso y se han frenado las exportaciones a China. Tanto desde el Gobierno central como desde la Xunta reclamaron a la Comisión Europea (CE) que en el Consejo de Ministros de Agricultura de ayer se acordase un aumento de los precios de intervención de la leche en polvo -la tarifa a la que la administración compra los excedentes que no se comercializan para equilibrar el mercado- para poner fin a esta crisis.

Pese a la insistencia de la Administración central y autonómica esta reclamación no aparece en el paquete de medidas acordado ayer Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, que persiste en su escasa actuación sobre el mercado y simplemente apuesta por doblar las cantidades de leche en polvo y mantequilla que se comprarán en intervención a precio fijo. En este sentido, se aumentarán las compras a precio fijo de las 109.000 toneladas de leche en polvo previstas -un tope que España ya estaba rozando- hasta las 218.000 euros para evitar que al rebasar el cupo las compras se hagan por subasta a la baja. Lo mismo ocurrirá con la mantequilla, cuyo techo pasará de las 60.00 a las 100.000 toneladas.

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ya no contaba con que la comisión incrementase los precios de intervención de la leche porque ya había dejado "muy claro" su rechazo a esta propuesta. La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, sí que confiaba en que Bruselas aceptara esta petición porque, según alertó en una entrevista a este diario, de no hacerlo acarrearía problemas para el lácteo gallego.

El Ejecutivo comunitario sí que tuvo en cuenta otra de las reivindicaciones de la ministra García Tejerina. Se trata de analizar "por primera vez" el artículo del reglamento sobre la Organización Común de Mercados (OCM) en el sector lácteo que permite la asociación de productores y cooperativas para reducir de forma voluntaria de la producción. "Estoy preparado para proponer la aplicación de estas reglas, de tal forma que la Comisión Europea, en una situación de desequilibrio severo en el mercado, caracterizada por el exceso de oferta a nivel comunitario, permitirá de forma temporal estos acuerdos voluntarios en el sector lácteo", insistió ayer el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, el irlandés, Phil Hogan.

Bruselas también abrió ayer la puerta a la posible concesión de ayudas estatales de mínimis -aquellas que no son necesario justificar ante la Comisión Europea- por un máximo de 15.000 euros por ganadero al año sin fijar techos máximos por país, aunque, según Hogan, la revisión de estas ayudas "no es una solución inmediata" porque la respuesta tardaría al menos siete meses. Otras de las propuestas aprobadas por el Ejecutivo comunitario plantean un incremento de las subvenciones para cofinanciar proyectos de promoción de los lácteos y la carne de cerdo, además de estudiar la posibilidad de desarrollar una herramienta al crédito de exportaciones que complementen a los esquemas que funcionan en cada país.

Los sindicatos agrarios gallegos -Unións Agrarias, Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego- calificaron de "decepcionante" el paquete de medidas de Bruselas para hacer frente a la situación del lácteo que arrastra casi un año de bajos precios tras la desaparición de las cuotas. Las organizaciones celebran la intención de doblar la intervención pública pero lamentan que se haga sin subir precios. Sobre a la opción de que los ganaderos puedan llegar a acuerdos para gestionar su producción, consideran que esta medida debería ir acompañada de "incentivos públicos".