El nuevo presidente provincial del Partido Popular de A Coruña, Diego Calvo, asume su nuevo cargo con una amplia experiencia de gestión, la que proclama, a pesar de que tiene apenas cuarenta años. Sustituye a Carlos Negreira al frente del partido tras el XV Congreso de los populares coruñeses.

Calvo nació en San Sadurniño, muy cerca de Ferrol, en abril de 1975 y vio durante toda su juventud que la moda era ser de izquierdas o hacerse nacionalista gallego, pero siempre se definió como un rebelde y en cuanto pudo se afilió al Partido Popular, con apenas 18 años, en 1993, como él mismo cuenta.

Ya como miembro de Nuevas Generaciones del PP, una organización que digirió a nivel autonómico, continuó en el partido que él consideraba como el de los valores y se licenció en Ciencias Económicas.

Se especializó en Hacienda Pública y Sistema Fiscal y, más tarde, realizó un máster en Desarrollo Local y Comarcal que marcaría su trayectoria política posterior.

Llegó con 28 años al Parlamento de Galicia, donde se sentó por primera vez en 2003, todavía con el fundador del partido, Manuel Fraga, como presidente del Gobierno autonómico.

Continuó en la oposición, entre 2005 y 2009, en el hemiciclo, y fue portavoz del PP a lo largo de estos seis años en las comisiones de Juventud, de la Compañía de Radio Televisión de Galicia y de Vivienda.

Asimismo, formó parte como vocal de las comisiones de Economía y Pesca y Marisqueo, además de haber estado en el Consello de Contas.

Dejó su escaño en 2009 para un cargo de nueva creación, el de delegado territorial único de la Xunta de Galicia en la provincia de A Coruña.

Accedió, asimismo, al Consejo de Administración de Xestur (Gestión del Suelo de Galicia) en A Coruña, como presidente, un cargo que no dejó hasta 2013, y también fue consejero en las Autoridades Portuarias de A Coruña y Ferrol y en el Consorcio Provincial contra Incendios de A Coruña.

En 2011 dio el salto definitivo a la gestión cuando se incorporó a las listas del PP en Ferrol en las elecciones municipales, como número tres, y llegó al Ayuntamiento.

Tras la victoria electoral de los populares en A Coruña, Santiago y Ferrol, llegó el asalto a la Diputación, que presidió durante cuatro años.

Impulsó la primera fusión de municipios que se ha hecho en España en los últimos treinta años, entre Oza y Cesuras, y convirtió a la entidad provincial en la primera de España con deuda cero.

Pero no todo han sido luces durante su trayectoria, pues las sombras llegaron con la Operación Pokemon, el caso de presunta corrupción que afecta a decenas de cargos políticos en Galicia, y en el que se han solicitado sus datos fiscales tras haber recomendado supuestamente a personas para puestos de trabajo.

Nunca fue imputado en este caso, pero sí ha tenido que testificar sobre unas grabaciones, en las que una persona recibía dinero, en una de sus jornadas más amargas.

Tras la salida del ente provincial, que hoy gobierna un socialista, regresó a su antiguo cargo como delegado territorial de la Xunta, un puesto que todavía desempeña y compatibiliza con el cuidado de su hijo, que, con siete años, estudia segundo de Primaria.

La dirección del PP de A Coruña la asume con un renovado organigrama en el que hay diferentes puestos de nueva creación dentro de una visión diferente de cómo debe trabajar el partido.